PRACTICAS DE TAO KRIYA YOGA DISCIPLINA REVELADA A BABAJI Y LAO TSE PARA EL DESARROLO DEL SER. CLASES ABIERTAS Y NO SE COBRA INICIACION YA QUE CONSIDERAMOS QUE SI LLEGASTE HASTA AQUI ES PORQUE EN ALGUNA DE TUS REENCARNACIONES FUISTE INICIADO, SOLO DEBES RECORDAR Y PROSEGUIR TU CAMINO, LAS CLASES SALEN $20 PARA PAGAR LA SALA, TELEFONOS 1130397081 Y 4782 7081
jueves, 16 de febrero de 2012
REFLEXIÓN
DESDE LA PRÁCTICA NO RELIGIOSA DE LA MEDITACIÓN CON ATENCIÓN PLENA (VIPASANA).
La práctica de la meditación con atención plena (vipásana) perteneciente a la tradición budista es la que más se ha extendido en un
contexto no religioso constituyendo una de las manifestaciones más interesantes
de lo que se denomina el budismo occidental.
Este tipo de práctica ha generado un conocimiento de gran utilidad
para muchas personas que en la actualidad intentan desarrollar la practica de
la meditación vipásana en las condiciones, económicas y culturales y políticas
de las sociedades de occidente sin tener que recurrir a un sistema de
creencias.
Jon Kabat-Zinn ha desarrollado
el modelo más interesante y exitoso de aplicación en un terreno concreto (la
salud) de la meditación con atención plena. (Ver programa).
El conocimiento generado a través de 25 años de aplicarse este
programa constituye un excelente material para las personas interesadas en ampliar
y profundizar su práctica meditativa personal así como explorar la aplicación
de la meditación en diferentes campos de la actividad humana.
A continuación ofrecemos algunas reflexiones, producto de los años de
aplicación de la meditación con atención plena en un contexto no religioso, que
Jon Kabat-Zinn ha expuesto en artículos y conferencias dadas en varios países.
CUALQUIER MOMENTO Y SITIUACIÓN ES APROPIADA PARA
PRACTICAR LA MEDITACIÓN CON ATENCIÓN PLENA
¿Te has dado cuenta que uno no
puede escapar de nada? Que tarde o temprano, las cosas con las que no quieres
tratar y de las que intentas escapar o no deseas saber y que pretendes que no
están allí te atraparán, especialmente si ellas tienen que ver con viejas
pautas de comportamientos o miedos.
La idea romántica es que si algo no está bien aquí tú solo tienes que
ir a otra parte y las cosas serán diferentes. Si este trabajo no es bueno,
cambiar de trabajo. Si esta esposa no es buena, cambiar de esposa. Si este
pueblo no es bueno, cambiar de pueblo. Si estos niños son un problema, buscar
quien se encargue de ellos. El pensamiento subyacente a todo esto es que la
razón de todos estos problemas esta fuera de ti en otro sitio, en otras personas,
en las circunstancias.
El problema con esta forma de ver las cosas, es que ignora
convenientemente el hecho de que tu las cargas en tu cabeza y en tu corazón. No
puedes escapar de ti mismo. Es pura ingenuidad lo que te hace pensar que las
cosas serían de alguna manera diferente o mejor en alguna otra parte.
Tarde o temprano, los mismos problemas emergen, pues generalmente están
relacionados con tu manera de ser, de pensar y de actuar. Con frecuencia
nuestras vidas se detienen y se deterioran porque nosotros hemos cesado de trabajar en la
vida y porque no deseamos tomar responsabilidades por las cosas tal y como
ellas son y trabajar con nuestras dificultades. Ignoramos que es realmente
posible obtener claridad, comprensión y transformación en medio de lo que está
aquí y ahora, por problemático que ello sea.
Las bajas debidas a esta forma de ver las cosas se encuentran por
todas partes. Observa en cualquier parte y encontraras relaciones rotas,
familias rotas, gente quebrada, vagabundos sin raíces, perdidos yendo de un lugar
a otro, de un trabajo a otro, de una relación a otra; de esta idea de salvación
a esa otra con la loca esperanza de que la persona correcta, el correcto
trabajo, el lugar adecuado, el libro correcto lo hará todo mejor.
Es mucho más fácil encontrar faltas o culpa, creer que lo que se
necesita es un cambio externo, escapar de las fuerzas que te están deteniendo,
impidiendo crecer, de encontrar la felicidad. Incluso puedes culparte a ti
mismo por todo lo que sucede y finalmente evitar la responsabilidad y escapar,
sintiéndote desesperanzado por el enredo que has hecho con las cosas o que
estas dañado sin posibilidad de reparación.
La meditación por si misma no confiere inmunidad para este tipo de
actitud de buscar respuestas y soluciones por todas partes. Algunas veces la
gente va de una técnica a otra, de un maestro a otro, o de una tradición a otra
en busca de ese algo especial, esa enseñanza especial, esa relación especial,
ese momento especial que abrirá la puerta a la autocomprensión y la liberación.
Como consecuencia del miedo y anhelando algo especial que la ayude a
ver con claridad, la gente con frecuencia cae en relaciones de dependencia
insana con maestros de meditación, olvidando que no importa que tan bueno sea
un maestro, finalmente tienes que vivir
por ti mismo el trabajo interno y tal trabajo siempre viene de tu propia
vida.
Algunas personas incluso usan equivocadamente los retiros, guiados por
un maestro de meditación, como una forma de mantener a flote sus vidas en lugar de usarlos como una
oportunidad para mirar profundamente dentro de si mismos. De cierta manera, al
asistir a un retiro tienes la ilusión que al escuchar a personas que han trabajado
profundamente consigo mismas y obtenido armonía en sus vidas, serás trasformado
y surgirá en ti la comprensión que te llevará a vivir con mayor plenitud y podrás
resolver tus problemas.
Hasta cierto punto, practicar en soledad en largos retiros, guiados
por buenos maestros, puede ser sano si estas dispuesto a observar todo aquello
que se presenta en la mente sin rechazarlo ni juzgarlo. Sin embargo es
importante señalar que un retiro puede ser un intento de retirarse del mundo y
la vida, y la transformación solo será epidérmica. Quizá después de unos
cuantos días, semanas o meses de salir del retiro, regreses a los mismos
hábitos y formas de comportamiento y relacionarte con los demás. Comienzas a
pensar en el siguiente retiro o recurrir a un nuevo maestro o incluso hacer un
viaje a Asia y con seguridad ahora si se realizaran todas tus fantasías de transformarte en una persona
nueva.
Esta forma de pensar y ver las cosas frecuentemente es una trampa, ya
que la solución que puede conducir al crecimiento es enfrentar la presente
situación, completamente, y abrirse a ella a través de la atención plena.
Permitir que la dura situación lime las asperezas y resistencias y conduzca a estar
dispuesto a aceptar que la propia vida, con todas sus contradicciones, es el
mejor maestro.
El reto de la atención plena es trabajar con las circunstancias en que
te encuentras, sin importar que tan incómodas, desalentadoras o difíciles que
ellas puedan parecer. Estar seguro de haber hecho todo lo que podías hacer,
antes de decidirte a abandonar el lugar en que te encuentras. Comprender que es
allí donde se necesita hacer el trabajo.
A veces piensas que tu práctica meditativa es floja o no muy buena y
que quizá en otras condiciones las cosas irían mejor, por ejemplo, una cueva en
los Himalayas, un monasterio en Asia, una playa en el trópico etc. etc.
¿Por qué no dejar ir todas esas fantasías y aceptar que podrías
practicar en casa, o en cualquier lugar en que te encuentres? En el momento en
que comprendes eso, vivencialmente no intelectualmente, tocas el corazón o centro
de tu ser y se crean las condiciones para que la práctica de la atención plena
ejerza su efecto sanador. Solo si comprendes a profundidad eso, el retiro, el monasterio,
la playa tropical ofrecerá su verdadera riqueza, pero también cualquier momento
o lugar en que te encuentres. Te darás cuenta que lo importante, aun en tiempos
extraordinarios, es estar presente, solamente en el presente y mantener
atención plena del ahora en cada acontecimiento de la vida cotidiana.
En este mismo acto de respirar, que efectuamos ahora mismo, descansa
el secreto que todos los grandes maestros tratan de decirnos, lo que un lama se
refiere como “la precisión oportuna e inteligente del presente”. El propósito
de la práctica meditativa no es la iluminación; es poner atención.
OBSTÁCULOS A LO LARGO DE LA PRACTICA
Si usted sigue el largo camino de la práctica de la atención plena, el
mayor obstáculo potencial a lo largo de su viaje, indudablemente será su mente
pensante.
Por ejemplo, usted pondría pensar, de vez en cuando, que está logrando
algo o yendo a alguna parte, especialmente si usted tiene algunos momentos de
satisfacción que han trascendido lo que ha sentido antes. Entonces usted podría
ir por allí pensando o incluso diciendo que ha alcanzado o conseguido algo y
que la meditación si “funciona”. El ego quiere reclamar y acreditarse este
sentimiento especial o comprensión o cualquier otra cosa que esto signifique.
Tan pronto como esto sucede, usted ha dejado de practicar meditación y está
haciendo publicidad. Es muy fácil ser atrapado en esto y usar la práctica
meditativa para auto-inflarse.
Tan pronto como usted es atrapado en esto deja de ver con claridad.
Incluso un insight claro y penetrante que a veces es reclamado por esta actitud
al servicio del ego, rápidamente se oscurece y pierde su autenticidad. Por lo
tanto usted debe recordarse continuamente que toda coloración de “yo”, “mi” y “mía”
son solo corrientes de pensamiento que lo llevaran lejos de su corazón y de la
pureza de la experiencia directa. El recordarnos continuamente esto mantiene la
práctica viva y lista en el momento en que podemos necesitarla, que también sea
el momento en que podemos traicionarla. Esto nos mantiene mirando a profundidad
con espíritu inquisitivo y una genuina curiosidad y el preguntarse
constantemente ¿Qué es esto? ¿Qué es esto?
Quizá en ocasiones te puedes
encontrar pensando que estas yendo a alguna parte o alcanzando algo a través de
la práctica meditativa. Nada de lo que deseas que pase ha sucedido. Hay una
sensación de rigidez, de aburrimiento.
Aquí de nuevo el pensamiento es el problema. No hay nada de malo en
sentirse aburrido o estancado, o el no conseguir nada, así como tampoco no hay
nada de malo con sentir que no se está yendo a ninguna parte o consiguiendo
algo pues de hecho en ese momento su práctica puede mostrar signos de ser mas
profunda y más robusta.
El obstáculo es cuando usted infla sus experiencias y pensamientos y
comienza a creer en ellos como algo especial. Entonces es cuando se apega a su
experiencia, la práctica se detiene y deteriora y con ello también su
desarrollo.
Para evitar los obstáculos trate de practicar de la siguiente manera:
Cuando se sorprenda pensando que usted está consiguiendo algo o que usted no
parece ir a donde se supone que usted debería estar yendo, puede ser útil
preguntarse ¿A donde se supone que iré? ¿Quién es el que se supone que
conseguirá algo? ¿Por qué algunos estados mentales deben ser menos válidos de
observar que otros y por tanto aceptar más su presencia? ¿Estoy realmente,
plenamente atento a cada momento o simplemente estoy indulgentemente envuelto en
una repetición desatenta de las pasos de la práctica meditativa, tomando
erróneamente la forma por la esencia? ¿Estoy usando la meditación simplemente
como una técnica?
Estas preguntas le pueden ayudar cuando sentimientos centrados en su
ego, o la repetición desatenta de hábitos o de fuertes emociones dominan su
práctica. Estas preguntas pueden conducirlo rápidamente de regreso a la
frescura y belleza de cada momento tal y como es.
Quizá usted ha olvidado o quizá no ha aprendido que la meditación es
la única actividad en la que usted no está tratando de conseguir algo sino
simplemente estar en donde usted está. Esto es una medicina muy amarga de
tragar especialmente cuando no le gusta lo que está sucediendo o el lugar en
que encuentra, sin embargo es valioso tragarla en tales momentos
¿TIENE ALGO DE ESPIRITUAL LA PRÁCTICA DE LA MEDITACIÓN CON ATENCIÓN
PLENA?
Si ustedes buscan el significado de la palabra “espíritu”. Encontrarán
que viene del latín espirare, que significa “respirar”.
El aspirar el aire se llama inspiración; el expeler el aire es
expiración. De esto vienen todas las asociaciones de espíritu como aliento de
la vida, energía vital, conciencia, alma, y esta última con frecuencia
enmarcada como un regalo otorgado por la divinidad y por lo tanto considerada un aspecto del ámbito de lo
sagrado, lo numinoso, lo inefable. Pero como hemos visto, la profundidad y
amplitud de sus virtudes puede permanecer desconocida tanto tiempo como nuestra
atención es absorbida por cualquier situación o asunto en forma vaga.
La atención plena trabaja despertando la vitalidad momento a momento.
Con una conciencia despierta todo produce inspiración. Nada queda excluido del
dominio del espíritu.
Hasta donde puedo trato de evitar el uso de la palabra “espiritual”.
No la encuentro útil ni necesaria, ni apropiada en mi trabajo en el hospital en
donde trato de introducir la práctica de la atención plena en la corriente
principal o dominante de la medicina y de los cuidados de la salud. Tampoco me
resulta útil en otros lugares en que trabajamos como la clínica multi-étnica de
reducción de estrés, en las prisiones, escuelas con organizaciones de
profesionales y con atletas. Tampoco encuentro la palabra “espiritual”
particularmente adecuada a la forma en que yo mismo profundizo mi práctica de
la meditación.
Esto no significa que rechace que la meditación puede considerarse
fundamentalmente como una “practica espiritual”. Es solo que yo tengo un
problema con lo inadecuado, lo incompleto y la errónea connotación de la
palabra. La meditación puede ser un camino profundo para que uno se desarrolle,
para que uno refine, sus percepciones, su visión de las cosas, su conciencia.
Yo creo que el vocablo de espiritualidad crea más problemas prácticos que los
que resuelve.
Algunas personas llaman a la meditación “disciplina de la conciencia”.
Yo prefiero este nombre que el termino “práctica espiritual” por que la palabra
espiritual evoca diferentes connotaciones en las diferentes personas. Todas
estas connotaciones están inevitablemente marcadas o entretejidas con sistemas
de creencias y expectativas inconscientes que la mayoría de nosotros rehusamos
examinar y todas ellas pueden fácilmente prevenirnos de desarrollar o incluso
de escuchar que es posible un genuino desarrollo.
A veces la gente en el hospital se acerca a mí y comenta que el tiempo
que pasaron en la clínica de estrés ha sido la experiencia más espiritual que
han tenido en su vida. Yo me siento feliz de que ellos se sientan de esa manera,
por que proviene de su propia experiencia en la práctica de la meditación y no
de alguna teoría, ideología o sistema de creencias. Generalmente creo a lo que
se refieren; pero también se que ellos están tratando
de poner en palabras una experiencia interior, que en última instancia, está
más allá de toda etiqueta. Sin embargo mi más profunda esperanza es que
cualquiera que haya sido su experiencia o insight, esta continuará, enraizará, y
permanecerá viva y crecerá.
Yo espero que ellas hayan escuchado que la práctica no trata de
conseguir o ir a algún lugar en absoluto, incluso algún tipo de experiencia
placentera o espiritual profunda. Espero que ellos lleguen a comprender que la
atención plena está más allá de todo pensamiento ingenuo u otra cosa que aquí y
ahora es el lugar en el cual este trabajo se desarrolla.
El concepto de espiritualidad puede estrechar nuestro pensamiento en
lugar de ensancharlo. Con frecuencia se piensa que algunas cosas son
espirituales mientras otras quedan excluidas. En realidad todo depende de cómo
sientas, de cómo se presenten en tu conciencia las actividades que realizas,
caminar, comer, hacer el amor, mirar una flor, ser padre, madre o amigo, etc.
La atención plena permite que todo brille con la luminosidad que la
palabra “espiritual” parece denotar. Quizá en última instancia, espiritual
significa totalidad e interrelación directa, una visión de que los individuos y
la totalidad están entrelazados íntimamente. Que nada está separado o es
extraño. Si usted llega percibir en esta forma, entonces todo es espiritual, en
su sentido mas profundo. El hacer ciencia como el lavar los platos. Lo que
cuenta es la experiencia interna y estar presente allí donde estés.
Al mismo tiempo usted tiene que buscar si hay tendencias hacia la
auto-decepción, ilusiones, grandiosidad, auto-inflación e impulso de
explotación y crueldad hacia otros seres. Mucho daño se ha hecho en todas las
eras por gente apegada a una visión de “verdad” espiritual. Con frecuencia, un
punto de vista estrecho sobre el espíritu, a menudo lo colocan por encima del “burdo”, “contaminado” e “ilusorio”” dominio
del cuerpo, la mente y la materia. Esto conduce a que la gente use estas ideas
sobre el espíritu para escapar de la vida.
Con frecuencia el concepto espiritualidad se usa para designar cualidades
de ascenso y elevación por encima de las cualidades terrenales de este mundo,
se refieren a un mundo no material, lleno de luz y radiante; un mundo más allá
de los opuestos, en donde todas las cosas se funden en la unidad, el nirvana, el
cielo, en una unidad cósmica. Pero aunque la unidad es seguramente una
experiencia humana bastante rara, ella no es el fin de la historia. Y lo más
frecuente es que esto sea, nueve partes, un pensar ingenuo (pero no obstante
pensamiento) y solo una parte experiencia directa. La búsqueda de la unidad
espiritual, especialmente en los jóvenes, con frecuencia esta motivada por un
impulso ingenuo y romántico por trascender el dolor, el sufrimiento y las
responsabilidades de este mundo concreto, el cual incluye la niebla y la
oscuridad.
La idea de trascendencia puede ser un gran escape, un combustible de
alto poder para alimentar ilusiones. Por esto la tradición budista,
especialmente el zen, enfatiza volver a lo ordinario y a la vida cotidiana, a
lo que ellos llaman “estar libre y contento en medio del mercado”. Esto
significa tener los pies sobre la tierra en cualquier lugar o circunstancia, ni
arriba ni abajo, simplemente presente, pero totalmente presente. Los
practicantes del zen tienen una frase irreverente y provocativa que dice “Si encuentras
al Buda mátalo” lo cual significa no tener ningún apego conceptual al Buda o a
la iluminación.
La practica de la meditación en si mismo es un ejemplo de crecimiento
y desarrollo. Ella nos puede conducir hacia arriba o hacia abajo, demanda que
enfrentemos, y que incluso abracemos, dolor y oscuridad, así como gozo y luz.
Esto nos recuerda usar cada cosa que se presente, o situación en que nos
encontremos, como un recurso para crecer. Palabras como “alma” o “espíritu” son
intentos por describir la experiencia interna de los seres humanos para
conocerse y encontrar su lugar en este extraño mundo. En el alma no puede
faltar el trabajo verdaderamente espiritual ni tampoco un trabajo con el alma
puede estar vacío de espíritu. Nuestros demonios, y nuestros ángeles están
todos aquí listos para enseñarnos. Pero tenemos que escucharlos y tomarlos con
el espíritu de heroica búsqueda interminable que cada uno de nosotros encarna,
lo sepamos o no, en la misma fábrica de la vida humana, lo que significa ser
totalmente humano. Quizá la cosa más “espiritual” que cualquiera de nosotros
puede hacer, es mirar a través de sus propios ojos, ver con ojos de totalidad y
actuar con integridad y compasión.
Todo lo que nos sucede es una ocasión para interrogarnos, para
abrirnos, para el crecimiento, para fortalecernos y aumentar nuestra sabiduría
y para continuar nuestro propio camino.
SOLO SE PUEDE MANTENER UNA PRACTICA PROLONGADA SI ENCONTRAMOS UNA
VISIÓN PROPIA PARA HACERLA.
Es virtualmente imposible y sin sentido comprometerse a una práctica
meditativa diaria sin alguna visión de por que se está haciendo, que valor
podría tener en tu vida, por que podría ser tu camino y no ser una fantasía
mas. En sociedades tradicionales esta visión fue aportada y continuamente
reforzada por la cultura. Si tú fueras budista, podrías practicar por qué toda
la cultura a la que perteneces considera valiosa la meditación como el camino
de la claridad, la compasión y la budeidad, un camino de sabiduría que “conduce
a la erradicación del sufrimiento”. Pero dentro de la corriente principal de la
cultura occidental tú encontrarás poco apoyo para elegir tal camino personal de
disciplina y constancia, especialmente en una vía tan extraña como ésta, la
cual propone el esfuerzo pero el no hacer y la energía, pero no un “producto
tangible”. Lo que es más, cualquier noción superficial o romántica de llegar a
ser una mejor persona, más tranquila, más libre o más compasiva, no durará
mucho tiempo cuando enfrentemos la turbulencia de nuestras vidas, nuestras
mentes y nuestros cuerpos o incluso el simple prospecto de levantarse
diariamente muy temprano cuando aun hay frío y esta oscuro.
Si esperas llevar la meditación a tu vida como un compromiso prolongado,
necesitas un compromiso que sea verdaderamente tuyo, uno que sea profundo y
tenaz y que se encuentre cerca del centro de aquello que crees que eres,
aquello que valoras en tu vida y hacia donde quieres dirigirla. Solamente la
fuerza de tal visión dinámica y la motivación que de ella emerja, posiblemente
pueda mantenerte en este camino año con año con la voluntad de practicar
sistemáticamente cada día y llevar la atención plena a todo aquello que ocurre
y abierto a cualquier cosa que percibas.
La visión de la que estamos hablando tiene que ser renovada cada día,
porque la atención plena en si misma requiere este nivel de conciencia de los propósitos
o intención de todo lo que hacemos.
La práctica en si misma tiene que llegar a ser la encarnación de tu
visión y contener aquello que tú mas valoras con mayor profundidad. Ello no
significa que trates de ser diferente de lo que eres, tranquilo cuando no lo
estas o amable cuando realmente te sientes enojado. De lo que se trata es de
mantener en tu mente aquello que es más importante para ti de tal manera que
ello no se pierda o traicione en el calor y la reactividad de un momento
particular. Si la atención plena es profundamente importante para ti, entonces
cada momento es una oportunidad para practicar.
Trabajo elaborado por Alejandro Córdova
Marzo de 2005
lunes, 13 de febrero de 2012
TRATAMIENTO
DE PAZ Y AMOR
Hoy es otro precioso día
sobre la Tierra y vamos a vivirlo con alegría.
Me abro para recibir la
energía, la felicidad y la paz. Elijo construir mi vida sobre la base de la
esperanza, el valor y el amor.
Ahora acepto todo lo bueno
como normal y natural para mí.
El amor es, en mi mundo, un
poder curativo milagroso. Por medio del amor, me hago cargo de la
reconstrucción de mi vida.
Tenemos el poder y la
fuerza para superar lo que parece
insuperable.
Somos uno con el poder que
nos ha creado. Estamos seguros y a salvo.
Y todo está bien en mi
mundo.
Así Es. Gracias Amado
Universo.
RESPIRACION
YO SOY
TEXTO: CAPITULO DOS
2:1-Hemos
conceptualizado tanto, que nos permitimos
etiquetar la belleza y eso nos ha llevado a discriminar a la
naturaleza toda, los conceptos de
separación, implantados por el ego colectivo, han traído innumerables bloqueos
en la cosmovisión de la humanidad, esta actitud inconsciente, nos ha generado
una estructura mental completamente ilusoria, sembrando división, donde no existe tal cosa:”LA VIDA
ES UNA”, es momento de retornar a la realidad ,en la cual no existe bello y
feo, dolor y alegría, así iremos perdiendo el miedo a la verdad, de que: lo
bello, es la Existencia en todas sus manifestaciones, esto aplicado a las
emociones, por haber internalizado el concepto, de que: dolor, frustración, tristeza, es algo
malo, en vez de aceptarlo, y al estar
huyendo de ellas: las emociones, ese concepto nos ha limitado, perdiendo
así, la posibilidad, de utilizar las
emociones negativas como herramientas poderosas
para retornar al presente y
entrar plenamente en la Vida, experimentando el propio Poder restaurador de la
misma, donde la Felicidad o Dicha es distinta a la transitoria alegría o
tristeza.
2:10- No negar nada de las cosas, es aceptar la
forma, en que se presenta el momento
Presente, Lo-Que-Es, aceptar lo que
es, aceptar la Vida, la única forma de
transformación, es aceptar la realidad. En este proceso, nace la oportunidad de
verdadera transformación, porque las situaciones de la Vida se presentan para
trascenderlas, a través del Poder de la
Vida misma. Cuando enfocamos nuestra Atención plena en lo que es, nace la posibilidad de ser participes, no de
nuestras posibilidades, sino por el contrario de las maravillosas
oportunidades, del Poder Superior del Ser, que todo lo puede y todo lo crea.
2:13-Este verso, habla del dar, porque dar, en
el Ahora, nos hace participantes de la
realidad de recibir, es como decía Jesús: “Dad y se les dará”, es la Ley de
Atracción, lo que expandimos, es lo que obtenemos.
PRACTICA: RESPIRACION CONSCIENTE DE LA REALIDAD
DEL YO SOY
A-
Te sientas cómodamente en una posición con la espalda derecha, inhalas
profundamente retienes el aire unos segundos, exhalas, haces este paso tres
veces,.
B-
Recordando la práctica anterior,
comienzas a entrar en tu cuerpo interno tomando conciencia de la energía
de Vida.
C-
Inhalando piensas la palabra Yo, exhalando emites mentalmente la palabra
Soy, es posible ayudarte con un collar de cuentas oriental dando una vuelta al
mismo.
D-
Al finalizar el recorrido de 108 cuentas del mismo, finalizas con la frase en forma audible “YO
SOY EL SER”.
E-
Da gracias a la Vida por participar de su Realidad, valora algún aspecto
que surja en tu consciencia, habla con la Vida en tu interior, ofrécele tu
rendición, valora alguno de sus aspectos.
“TU ERES EL SER MANIFESTADO, AHORA”
DECLARALO: “YO SOY EL SER, AHORA”
Durante tu jornada tomate algunos momentos y
entra en la respiración consciente y mentalmente dile a tu interior, a lo que
te rodea esta frase del día, YO SOY EL SER, AHORA
martes, 7 de febrero de 2012
EL EVANGELIO
DEL
MAHARSHI
Las Enseñanzas
de
Sri Ramana Maharshi
EL EVANGELIO
DEL MAHARSHI
LIBROS I y II
Respuestas de
BHAGAVAN
SRI RAMANA MAHARSHI
a Preguntas hechas a Él por los
Devotos
PUBLICADO POR PRIMERA VEZ EN OCASIÓN
del
JUBILEO DEL DIAMANTE
de
Bhagavan
Sri Ramana Maharshi
27 de Diciembre de 1939
|
PREFACIO
En respuesta al
sincero anhelo de un gran número de Devotos de Bhagavan Sri Ramana, las
respuestas a algunas de las preguntas hechas a Él reiteradamente se han impreso
en forma de un libro bajo el título EL
EVANGELIO DEL MAHARSHI para el beneficio del mundo en general.
Estas preguntas
surgen alguna vez a muchos de nosotros, y nosotros luchamos con nosotros mismos
para resolverlas. Las respuestas dadas por el Maharshi son la quintaesencia de
la Sabiduría Divina; y basadas, como están, en Su Conocimiento y Experiencia
directos, Sus respuestas son de inestimable valor para el buscador sincero de
la Verdad.
La profunda Verdad
del Advaita, de que la única y sola Realidad es el Sí mismo Absoluto o el
Brahmán, no ha sido expuesta en ninguna parte más lúcidamente que en estas
páginas. Debido a que, por una parte, Bhagavan Sri Ramana habla sobre la base
de la Experiencia más alta que es la Suya, y a que, por otra parte, el
aspirante busca conocer la Verdad desde el punto de vista de la comprensión
común del lego.
La Verdad es la
misma para todos, y Sri Bhagavan dirige al aspirante sincero a indagar y a
examinar críticamente su propia experiencia íntima, y a buscar por sí mismo el
Centro de su ser, el Corazón, que es eternamente idéntico con la única Realidad
última, de la que todo lo demás, que se ve o se conoce, es meramente una
manifestación fenoménica.
Cada palabra que
sale de los labios del Sabio es de la esencia de la Sabiduría Upanisádica, de
la cual Él mismo es la Incorporación[1]
Suprema.
El lector devoto
encontrará en estas paginas consejos prácticos, y adquirirá la convicción de
que su naturaleza esencial es Divina; y es esta convicción lo que puede sostenerle
en su esfuerzo espiritual.
El Evangelio del
Maharshi es verdaderamente el Evangelio de la Verdad.
CONTENIDOS
LIBRO I
Capítulo Título Página
I . Trabajo y Renunciación............................................................... 7
II. Silencio y Soledad..................................................................... 13
III. El Control de la Mente.............................................................. 15
IV. Bhakti
y Jnana........................................................................... 19
V. Sí mismo e Individualidad........................................................ 21
VI. La Realización del Sí mismo..................................................... 24
VII. El Gurú y Su Gracia.................................................................. 27
VIII. La Paz y la Felicidad................................................................. 31
LIBRO II
Capítulo Título Página
I. La Auto-indagación................................................................... 33
II. La Sadhana
y la Gracia............................................................. 39
III. El Jnani y el Mundo................................................................... 42
IV. El Corazón es el Sí mismo......................................................... 48
V. El Lugar del Corazón................................................................ 52
VI. Aham y
Aham-vritti................................................................... 57
Glosario..................................................................................... 62
EL EVANGELIO
DEL MAHARSHI
LIBRO
I
EL EVANGELIO DEL MAHARSHI
I
TRABAJO Y RENUNCIACIÓN
Discípulo. ¿Cuál es la meta más alta de
la experiencia espiritual para el hombre?
Maharshi. La Realización del Sí mismo.
D. ¿Puede un hombre casado realizar
el Sí mismo?
M. Ciertamente. Casado o soltero,
un hombre puede realizar el Sí mismo; porque Eso es aquí y ahora. Si ello no
fuera así, sino obtenible por algún esfuerzo en algún momento, y si fuera algo
nuevo que tuviera que ser adquirido, no sería digno de buscar. Porque, lo que
no es natural no es permanente tampoco. Pero lo que yo digo es que el Sí mismo
es aquí y ahora, y solo.
D. Una muñeca de sal que se sumerge
en el mar no será protegida por un impermeable. Este mundo en el que nosotros
tenemos que trabajar indefinidamente es como el océano.
M. Sí, la mente es el impermeable.
D. Así pues, ¿puede uno estar
ocupado en el trabajo y, libre de deseo, mantener su propia soledad?
M. Sí. El trabajo hecho con apego
es una esclavitud, mientras que el trabajo hecho con desapego no afecta al
hacedor. Él está, incluso mientras trabaja, en soledad. Darse a su deber es el
verdadero Namaskar… y solo morar en
Dios es el verdadero Asan.
D. ¿No debo renunciar a mi hogar?
M. Si ese hubiera sido su destino
la pregunta no habría surgido.
D. ¿Por qué entonces abandonó usted
su hogar en su juventud?
M. No ocurre nada excepto por la
dispensación Divina. El curso de la conducta de uno en esta vida está
determinado por el prarabdha de uno.
D. ¿Es bueno dedicar todo mi tiempo
a la búsqueda del Sí mismo? Si eso es imposible, ¿debo meramente mantenerme
quiescente?
M. Si usted puede mantenerse
quiescente, sin comprometerse en ninguna otra ocupación, es muy bueno. Si eso
no puede hacerse, ¿cuál es la utilidad de estar quiescente en lo que concierne
a la Realización? Aunque una persona esté obligada a estar activa, que no
abandone los intentos de realizar el Sí mismo.
D. ¿No afectan las acciones de uno
en nacimientos posteriores?
M. ¿Es usted un nacido ahora? ¿Por
qué piensa en otros nacimientos? El hecho es, que no hay ni nacimiento ni
muerte. ¡Qué el que ha nacido piense en la muerte y en el paliativo de ella!
D. ¿Puede usted mostrarnos a los
muertos?
M. ¿Sabían sus parientes antes de
su nacimiento que usted buscaría conocerlos después de su muerte?
D. ¿Cómo cuadra un Grihasta (hogareño) en el esquema de Moksha? ¿No debe devenir necesariamente
un Sannyasin (mendicante) para
obtener la Liberación?
M. ¿Por qué piensa usted que es un Grihasta? Pensamientos similares de que
usted es un Sannyasin le perturbarán,
incluso si usted sale como un Sannyasin. Tanto
si usted continúa en la casa como si renuncia a ella y se va al bosque, su
mente le perturbará. El ego es la fuente del pensamiento. Crea el cuerpo y el
mundo, y hace que piense que usted es un Grihasta.
Si usted renuncia, solo sustituirá el pensamiento de Grihasta por el de Sannyasa,
y el entorno de la casa por el del bosque. Pero los obstáculos mentales están
siempre ahí para usted. Incluso aumentan grandemente en los nuevos ambientes.
No es de ninguna ayuda cambiar el entorno. El único obstáculo es la mente; debe
ser vencida tanto en casa como en el bosque. Si usted puede hacerlo en el
bosque, ¿por qué no en la casa? Por consiguiente, ¿por qué cambiar el entorno?
Sus esfuerzos pueden ser hechos ahora, cualquiera que sea el entorno.
D. ¿Es posible tener Samadhi mientras se está ocupado en el
trabajo mundano?
M. La sensación «yo trabajo» es el
obstáculo. Pregúntese a usted mismo «¿quién trabaja?» Recuerde quien es usted.
Entonces el trabajo no le atará; tendrá lugar automáticamente.
No
haga ningún esfuerzo ni para trabajar ni para renunciar; su esfuerzo es la esclavitud.
Lo que está destinado a acontecer, acontecerá. Si usted está destinado a no
trabajar, el trabajo no puede ser tenido incluso si usted lo persigue; si usted
está destinado a trabajar, no será capaz de evitarlo; usted será forzado a
comprometerse en él. Así pues, déjelo al Poder Más Alto; usted no puede
renunciar o retener a su elección.
D. Bhagavan dijo ayer que mientras
uno está entregado a la búsqueda de Dios «dentro», el trabajo «exterior»
proseguiría automáticamente. En la vida de Sri Chaitanya se dice que durante
sus enseñanzas a los estudiantes, él estaba en realidad buscando a Krishna (el
Sí mismo) dentro, olvidaba todo sobre su cuerpo y continuaba hablando sólo de
Krishna. Esto suscita una duda de si el trabajo puede ser dejado con seguridad
a él mismo. ¿Debe uno mantener parte de la atención en el trabajo físico?
M. El Sí mismo es todo. ¿Es usted
aparte del Sí mismo? ¿O puede el trabajo proseguir sin el Sí mismo? El Sí mismo
es universal; así pues, todas las acciones proseguirán tanto si usted se obliga
a comprometerse en ellas como si no. El trabajo proseguirá por sí mismo. Es así
como Krishna dijo a Arjuna que no necesitaba afligirse por matar a los
Kauravas; ellos ya estaban muertos por Dios. No era incumbencia suya resolver
si actuaba y afligirse por ello, sino permitir a su propia naturaleza llevar a
cabo la voluntad del Poder Más Alto.
D. Pero el trabajo puede sufrir si
yo no lo atiendo.
M. Atender
al Sí mismo significa atender al trabajo. Debido a que usted se identifica con
el cuerpo, usted piensa que el trabajo es hecho por usted. Pero el cuerpo y sus
actividades, incluyendo ese trabajo, no son aparte del Sí mismo. ¿Qué importa
si usted atiende al trabajo o no? Suponga que usted camina de un lugar a otro;
usted no atiende a los pasos que da. No obstante, después de un tiempo, usted
se encuentra en su meta. Vea como el asunto de caminar tiene lugar sin que
usted lo atienda. Similarmente también con otros tipos de trabajo.
D. Es entonces como caminar dormido.
M. ¿Como el sonambulismo? Completamente así. Cuando un niño está
profundamente dormido, su madre le alimenta; el niño toma el alimento como
cuando está completamente despierto. Pero, a la mañana siguiente, el niño dice
a la madre, «Madre, yo no tomé alimento la noche pasada». La madre y los otros
saben que comió, pero él dice que no; él no estaba consciente. Pero la acción
había tenido lugar.
Un
viajero en un carro ha caído dormido. Los bueyes se mueven, están quietos o son
desuncidos durante el viaje. Él no sabe estos acontecimientos, pero se
encuentra en un lugar diferente después de que despierta. Él ha sido felizmente
ignorante de los acontecimientos en el camino, pero el viaje se ha llevado a
cabo. Similarmente con el Sí mismo de una persona. El Sí mismo siempre
despierto es comparado al viajero dormido en el carro. El estado de vigilia es
el movimiento de los bueyes; el Samadhi es
su estar quietos (porque Samadhi significa
Jagrat-Sushupti, es decir, la persona es consciente pero no está implicada en la
acción; los bueyes están uncidos pero no se mueven); el sueño profundo es el
desuncido de los bueyes, puesto que hay una completa detención de la actividad
que corresponde a quitarles el yugo a los bueyes.
O
también, tome el ejemplo del cine. Las escenas son proyectadas sobre la pantalla
en la sesión de cine. Pero las imágenes que se mueven no afectan ni alteran la
pantalla. El espectador presta atención a ellas, no a la pantalla. Ellas no
pueden existir aparte de la pantalla, aunque la pantalla es ignorada. Así
también, el Sí mismo es la pantalla donde se ve que tienen lugar las imágenes,
las actividades etc. El hombre es consciente de éstas, pero no es consciente
del Sí mismo. Sin embargo, el mundo de las imágenes no es aparte del Sí mismo.
Tanto si el hombre es consciente de la pantalla como si es inconsciente, las
acciones continuaran.
D. Pero hay un operador en el cine.
M. La sesión de cine está hecha de
materiales insencientes. La lámpara, las imágenes, la pantalla etc., son todos
insencientes, y así ellos necesitan un operador, el agente senciente.
Por
otra parte, el Sí mismo es Consciencia absoluta, y, por consiguiente,
auto-contenido. No puede haber un operador aparte del Sí mismo.
D. Yo no estoy confundiendo el
cuerpo con el operador; más bien, me estoy refiriendo a las palabras de Krishna
en el versículo 61, Capítulo XVIII de la Gita:
«El Señor, oh Arjuna, mora en el corazón de cada ser, y Él, por Su poder
ilusorio, hace que todos los seres giren como si estuvieran en una máquina».
M. Las funciones del cuerpo que
implican la necesidad de un operador, nacen en la mente; puesto que el cuerpo
es jada o insenciente, es necesario
un operador senciente. Debido a que las gentes piensan que ellos son jivas, Krishna dijo que Dios reside en
el Corazón como el Operador de los jivas.
En realidad, no hay ningún jiva ni
ningún Operador, por así decir, fuera de ellos; el Sí mismo comprende todo. El
Sí mismo es la pantalla, las imágenes, el veedor, los actores, el operador, la
luz, el teatro y todo lo demás. Que usted confunda el Sí mismo con el cuerpo y
que se imagine a usted mismo el actor, es como si el veedor se representara a
sí mismo como un actor en la sesión de cine. ¡Imagine al actor preguntando si puede representar una escena sin la
pantalla! Tal es el caso del hombre que piensa en sus acciones aparte del
Sí mismo.
D. Por otra parte, es como pedir al espectador que actué en la
película. Así pues, ¡debemos aprehender el sueño profundo en la vigilia!
M. Las acciones y los estados son
según el propio punto de vista de uno. Un cuervo, un elefante, una serpiente,
cada uno hace uso de un miembro para dos propósitos alternativos. Con un ojo el
cuervo mira a cualquiera de ambos lados; para el elefante la trompa sirve al
propósito tanto de la mano como de la nariz, y la serpiente ve y oye con sus
ojos. Ya sea que usted diga que el cuervo tiene un ojo u ojos, o que se refiera
a la trompa del elefante como «mano» o como «nariz», o que llame a los ojos de
la serpiente sus oídos, todo esto significa lo mismo. Similarmente, en el caso
del Jnani, el sueño profundo en la
vigilia o la vigilia en el sueño profundo o el sueño profundo en el sueño con
sueños o la vigilia en el sueño con sueños, son todos la misma cosa.
D. ¡Pero nosotros tenemos que
tratar con un cuerpo físico en un mundo físico, en el mundo de la vigilia! Si
nosotros dormimos mientras el trabajo tiene lugar, o intentamos trabajar
mientras dormidos, el trabajo irá mal.
M. El sueño profundo no es
ignorancia, es el estado puro de uno; la vigilia no es conocimiento, es
ignorancia. Hay pleno conocimiento en el sueño profundo y total ignorancia en
la vigilia. Su naturaleza real cubre a ambos y se extiende más allá. El Sí
mismo es más allá del conocimiento y de la ignorancia. Los estados de sueño
profundo, sueño con sueños y vigilia son solo modos que pasan ante el Sí mismo;
ellos tienen lugar tanto si usted es consciente de ellos como si no. El estado
del Jnani es ese, en quien pasan los
estados de samadhi, vigilia, sueño
con sueños y sueño profundo, como los bueyes que se mueven, están quietos, o
son desuncidos, mientras el pasajero está dormido. Estas respuestas son desde
el punto de vista del ajnani; en caso
contrario, esas preguntas no surgirían.
D. Por supuesto, no pueden surgir
para el Sí mismo. ¿Quién habría para preguntar? ¡Pero desafortunadamente, yo
todavía no he realizado el Sí mismo!
M. Eso es justo el obstáculo en su
camino. Debe deshacerse de la idea de que usted es un ajnani y de que todavía tiene que realizar el Sí mismo. Usted es el Sí mismo. ¿Ha habido nunca un
tiempo en que usted no fuera conocedor de ese Sí mismo?
D. Así pues, ¿nosotros debemos
experimentar el sueño profundo en la vigilia… o el día en el sueño con sueños?
M. (Risas)
D. Yo mantengo que el cuerpo físico
del hombre inmerso en Samadhi, como
resultado de una «contemplación»[2]
sostenida del Sí mismo, puede devenir sin movimiento por esa razón. Puede estar
activo o inactivo. La mente establecida en esa «contemplación» no será afectada
por los movimientos del cuerpo o los sentidos; el precursor de la actividad
física no es la perturbación de la mente. Mientras
que otra persona sostiene que la actividad física impide ciertamente el Samadhi o la «contemplación» sostenida.
¿Cuál es la opinión de Bhagavan? Usted es la prueba permanente de mi
afirmación.
M. Ambos están acertados:
usted se refiere a Sahaja Nirvikalpa
Samadhi y el otro se refiere a Kevala
Nirvikalpa Samadhi. En el último caso la mente está inmersa en la Luz del
Sí mismo (mientras que la misma, es decir, la mente, está en la oscuridad de la
ignorancia en el sueño profundo); y el sujeto hace una distinción entre el Samadhi y la actividad después de
despertar del Samadhi. Además, la
actividad del cuerpo, de la visión, de las fuerzas vitales y de la mente, y la
cognición de los objetos, todos éstos son obstrucciones para el que busca
realizar el Kevala Nirvikalpa Samadhi.
Sin embargo, en Sahaja Samadhi la
mente se ha disuelto en el Sí mismo y ha sido perdida. Por consiguiente, las
diferencias y obstrucciones mencionadas arriba no existen aquí. Las actividades
de un tal Ser son como la alimentación de un niño dormido,
perceptible para el espectador pero no para el sujeto. El viajero dormido en el
carro en movimiento no es consciente del movimiento del carro, porque su mente
está sumergida en la oscuridad. Mientras que el Sahaja Jnani permanece inconsciente de sus actividades corporales
porque su mente está muerta, al haberse disuelto en el éxtasis de Chidananda (Felicidad del Sí mismo).
Nota: — La
distinción entre sueño profundo, Kevala
Nirvikalpa Samadhi y Sahaja
Nirvikalpa Samadhi pueden ponerse claramente en una forma tabular como la
dada por Sri Bhagavan:
Sueño profundo
|
Kevala Nirvikalpa Samadhi
|
Sahaja Nirvikalpa Samadhi
|
(1) la mente está viva;
(2) sumergida en el olvido
|
(1) la mente está viva;
(2) está sumergida en la Luz;
(3) como un cubo atado a la soga, y dejado en el agua de
un pozo;
(4) ha de ser sacado tirando del otro extremo de la soga.
|
(1) la mente está muerta;
(2) disuelta en el Sí mismo;
(3) como un río que ha desembocado en el océano y que ha
perdido su identidad;
(4) un río no puede ser devuelto desde el océano.
|
La
mente del Sabio que ha realizado el Sí mismo está enteramente destruida. Está
muerta. Pero para el espectador, puede parecer
que él posee una mente como el lego. Por consiguiente, el «yo» en el Sabio
tiene meramente una aparente realidad «objetiva»; de hecho, sin embargo, no
tiene ni una existencia subjetiva ni una realidad objetiva.
II
SILENCIO Y SOLEDAD
D. ¿Es útil un voto de silencio?
M. El Silencio interno es la
auto-entrega. Y eso es vivir sin el sentido de ego.
D. ¿Es necesaria la soledad para un
Sannyasin?
M. La soledad está en la mente de
un hombre. Uno puede estar en la espesura del mundo y, sin embargo, mantener
una perfecta serenidad de mente; una persona tal está siempre en soledad. Otro
puede estar en el bosque, y, sin embargo, ser incapaz de controlar su mente. De
ese tal no puede decirse que esté en soledad. La soledad es una actitud de la
mente; un hombre apegado a las cosas de la vida no puede tener soledad, esté
donde esté. Un hombre desapegado está siempre en soledad.
D. ¿Qué es Mouna?
M. Ese Estado que trasciende el
lenguaje y el pensamiento es Mouna;
es meditación sin actividad mental. La subyugación de la mente es meditación;
la meditación profunda es el lenguaje eterno. El silencio está hablando
siempre; es el flujo de «lenguaje» perenne. Él es interrumpido por el habla;
pues las palabras obstruyen este «lenguaje» mudo. Las charlas pueden entretener
a los individuos durante horas sin mejorarlos. Por otro lado, el silencio es
permanente y beneficia a toda la humanidad… Por silencio se entiende
elocuencia. Las charlas orales no son tan elocuentes como el silencio. El
silencio es elocuencia incesante… El silencio es el mejor lenguaje.
Hay
un estado en el que cesan las palabras y prevalece el silencio.
D. ¿Cómo entonces podemos comunicar
nuestros pensamientos unos a otros?
M. Eso deviene necesario si el
sentido de dualidad existe…
D. ¿Por qué Bhagavan no viaja y
predica la Verdad a las gentes en general?
M. ¿Cómo sabe usted que no lo estoy
haciendo? ¿Consiste predicar en subir a un estrado y arengar a las gentes de
alrededor? La predicación es simple comunicación de Conocimiento; realmente,
sólo puede hacerse en silencio. ¿Qué piensa usted de un hombre que escucha un
sermón durante una hora y que se va sin haber sido impresionado por él como
para cambiar su vida? Compárale con otro, que se sienta en una Presencia
sagrada y que se va después de algún tiempo con su visión de la vida totalmente
cambiada. ¿Qué es mejor, predicar en voz alta sin efecto o sentarse silentemente
enviando Fuerza Interna?
Además,
¿cómo surge el habla? Hay Conocimiento abstracto, de donde surge el ego, que, a
su vez, da origen al pensamiento, y el pensamiento a la palabra hablada. Así
pues, la palabra es el biznieto de la Fuente original. Si la palabra puede producir
efecto, juzgue por usted mismo, ¡cuánto más poderosa debe ser la Predicación a
través del Silencio! Pero las gentes no comprenden esta verdad simple y
desnuda, la Verdad de su día a día, siempre presente, experiencia eterna. Esta
Verdad es la del Sí mismo. ¿Hay alguien inconsciente del Sí mismo? Pero a ellos
no les gusta escuchar nada de esta Verdad, mientras que están ansiosos de saber
qué hay más allá, de saber del cielo, del infierno y de la reencarnación.
Debido
a que aman el misterio y no la Verdad, las religiones les entretienen, para
así, finalmente poder llevarlos de vuelta al Sí mismo. Cualesquiera que sean
los medios adoptados, finalmente usted debe volver al Sí mismo; así pues, ¿por
qué no morar en el Sí mismo aquí y ahora? Para ser un espectador de, o para
especular sobre los otros mundos, el Sí mismo es necesario; por consiguiente,
ellos no son diferentes del Sí mismo. Incluso el hombre ignorante, cuando ve
los objetos, ve solo el Sí mismo.
III
EL CONTROL DE LA MENTE
D. ¿Cómo puedo controlar la mente?
M. No hay ninguna mente que
controlar si se realiza el Sí mismo. El Sí mismo brilla cuando la mente se
desvanece. En el hombre realizado la mente puede estar activa o inactiva, pero
sólo existe el Sí mismo, pues la mente, el cuerpo y el mundo no están separados
del Sí mismo; y ellos no pueden permanecer aparte del Sí mismo. ¿Pueden ellos
ser otros que el Sí mismo? Cuando se es consciente del Sí mismo ¿por qué debe
uno preocuparse por estas sombras? ¿Cómo afectan ellas al Sí mismo?
D. Si la mente es meramente una
sombra ¿cómo entonces ha de conocer uno al Sí mismo?
M. El Sí mismo es el Corazón,
auto-luminoso. La iluminación surge del Corazón y alcanza el cerebro, que es la
sede de la mente. El mundo es visto con la mente; así pues, usted ve el mundo
por la luz reflejada del Sí mismo. El mundo es percibido por un acto de la
mente. Cuando la mente es iluminada, es consciente del mundo; cuando no es
iluminada, no es consciente del mundo.
Si
la mente se vuelve hacia la Fuente de iluminación, el conocimiento objetivo
cesa, y solo el Sí mismo brilla como el Corazón.
La
luna brilla por el reflejo de la luz del sol. Cuando el sol se ha puesto, la
luna es útil para mostrar los objetos. Cuando el sol ha salido, nadie necesita
a la luna, aunque su disco es visible en el cielo. Así es con la mente y el
Corazón. La mente se hace útil por su luz reflejada. Se usa para ver los
objetos. Cuando se vuelve hacia dentro, se sumerge en la Fuente de iluminación
que brilla por Ella misma, y la mente es entonces como la luna durante el día.
Cuando
está oscuro, es necesaria una lámpara para dar luz. Pero cuando el sol ha salido,
no hay ninguna necesidad de la lámpara; los objetos son visibles. Y para ver el
sol, no es necesaria ninguna lámpara, es suficiente con que vuelva usted sus
ojos hacia el sol auto-luminoso. Similarmente con la mente; para ver los
objetos es necesaria la luz reflejada de la mente. Para ver el Corazón es
suficiente que la mente se vuelva hacia él. Entonces la mente no cuenta y el
Corazón es auto-fulgente.
D. Después de dejar este Asramam en Octubre, fui consciente de la
Paz que prevalece en la Presencia de Sri Bhagavan envolviéndome por unos diez
días. Mientras estaba ocupado en mi trabajo, había constantemente una corriente
subterránea de esa paz en la unidad; era casi como la consciencia dual que uno
experimenta mientras está medio dormido en una lección aburrida. Entonces se
desvaneció enteramente; y las viejas estupideces vinieron en su lugar. El
trabajo no deja ningún tiempo para la meditación separada. ¿Es suficiente
recordarse a uno mismo constantemente «yo soy», mientras se trabaja?
M. (Tras una corta pausa). Si usted
fortalece la mente, esa paz continuara todo el tiempo. Su duración es proporcional
a la fuerza de la mente adquirida por la práctica repetida. Y una mente tal es
capaz de abarcar la corriente. En ese caso, se dé usted o no al trabajo, la
corriente permanece inafectada e ininterrumpida. No es el trabajo lo que
obstaculiza, sino la idea de que es usted
quien lo está haciendo.
D. ¿Es necesaria una meditación
sentado para fortalecer la mente?
M. No, si usted tiene siempre la
idea de que ella no es su obra. Al principio, el esfuerzo es necesario para que
usted se acuerde de ella, pero después ella deviene natural y continua. El
trabajo proseguirá por sí solo, y su paz permanecerá imperturbable.
La
meditación es su verdadera naturaleza. Usted la llama meditación ahora, debido
a que hay otros pensamientos que le distraen. Cuando estos pensamientos son disipados,
solo queda usted —es decir, en el estado de meditación libre de pensamientos; y
esa es su naturaleza real, que ahora usted está intentando obtener desechando
otros pensamientos. Ese desechar otros pensamientos es llamado ahora
meditación. Pero cuando la práctica deviene firme, la naturaleza real se
muestra a sí misma como verdadera meditación.
D. ¡Cuando uno intenta la
meditación, otros pensamientos surgen con más fuerza!
M. Sí, en la meditación surgen todo
tipo de pensamientos. Eso es correcto; puesto que lo que está oculto en ti sale
fuera. A menos que salga, ¿cómo puede ser destruido? Los pensamientos surgen
espontáneamente, por así decir, pero solo para ser extinguidos de la forma
debida, fortaleciendo así la mente.
D. Hay veces en que las personas y
las cosas toman una forma vaga, casi transparente, como en un sueño. Uno cesa
de observarlos como si estuvieran fuera, pero es pasivamente consciente de su
existencia, mientras no activamente consciente de ningún tipo de sí mismidad.
Hay una profunda quiescencia en la mente. ¿Es en tales veces ocasiones cuando
uno está listo para sumergirse en el Sí mismo? ¿O es esta condición enfermiza,
el resultado del auto-hipnotismo? ¿Debe ser fomentada como algo que produce una
paz temporal?
M. Hay Consciencia junto con
quiescencia en la mente; éste es exactamente el estado al que apuntar. El hecho
de que la pregunta ha sido formulada sobre este punto, sin realizar que es el
Sí mismo, muestra que el estado no es estable sino casual.
La
palabra «sumergirse» es apropiada cuando hay tendencias hacia el exterior; y
cuando, por consiguiente, la mente tiene que ser dirigida y vuelta hacia
dentro, hay una submersión bajo la superficie de las externalidades. Pero
cuando la quiescencia prevalece sin obstruir la Consciencia, ¿dónde está la
necesidad de sumergirse? Si ese estado no ha sido realizado como el Sí mismo,
el esfuerzo que hay que hacer puede ser llamado «submersión». En este sentido
el estado puede decirse que es apropiado para la realización o la submersión.
Así pues, las dos últimas preguntas que ha hecho usted no surgen.
D. La mente continua sintiéndose
afectuosa hacia los niños, posiblemente porque la forma de un niño se usa a
menudo para personificar lo Ideal. ¿Cómo puede ser aumentada esta preferencia?
M. Adhiérase al Sí mismo. ¿Por qué
piensa usted en los niños y en sus reacciones hacia ellos?
D. Esta tercera visita a
Tirunvannamalai parece haber intensificado el sentido del egoísmo en mí y hace
la meditación menos fácil. ¿Es esta una fase pasajera sin importancia o un
signo de que debo evitar tales lugares en el futuro?
M. Es imaginario. Este lugar u otro
están dentro de usted. Esas imaginaciones deben acabar; pues los lugares como
tales no tienen nada que ver con las actividades de la mente. Tampoco sus
medios ambientes son meramente un asunto de su elección individual; ellos están
ahí, como una cuestión de hecho; y usted debe elevarse sobre ellos y no
enredarse en ellos.
(Un
muchacho de ocho años y medio se sentó en la sala sobre las cinco de la tarde,
cuando Sri Bhagavan subió la Colina. Durante Su ausencia, el muchacho habló
sobre yoga y Vedanta en tamil puro, simple y literario, citando libremente los dichos
de los Santos y las sagradas Escrituras. Cuando Sri Bhagavan entro en la sala,
después de casi tres cuartos de hora, solo prevalecía el silencio. Durante
veinte minutos el muchacho se sentó en la Presencia de Sri Bhagavan; no hablo
ni una palabra, sino que sólo estuvo mirando-Le. Entonces las lágrimas fluyeron
de sus ojos. Él las froto con su mano izquierda y poco después dejo el lugar
diciendo que todavía esperaba la realización del Sí mismo).
D. ¿Cómo debemos explicar las
extraordinarias características del muchacho?
M. Las características de su último
nacimiento son fuertes en él. Pero por fuertes que sean, no se manifiestan
salvo en una mente quiescente y calma. Está dentro de la experiencia de todos
que los intentos de revivir la memoria a veces fallan, mientras que algo brilla
en la mente cuando está quiescente y calma.
D. ¿Cómo puede la mente rebelde ser
hecha quiescente y calma?
M. O bien usted ve su fuente de
modo que desaparezca, o bien usted se entrega de modo que se desmorone. La
entrega de sí mismo es lo mismo que el conocimiento de sí mismo, y ambos
implican necesariamente el control de sí mismo. El ego sólo se somete cuando
reconoce el Poder Más Alto.
D. ¿Cómo puedo escapar del samsara, que parece ser la causa real de la inquietud de la mente? ¿No es
la renunciación un medio efectivo para realizar la tranquilidad de la mente?
M. El samsara está solo en su mente. El mundo no grita diciendo, «Aquí
estoy yo, el mundo». Si lo hiciera, estaría siempre aquí, haciéndole sentir su
presencia incluso en su sueño profundo. Sin embargo, puesto que no está en el
sueño profundo, es impermanente. Al ser impermanente, carece de sustancia. Al
no tener ninguna realidad aparte del Sí mismo, es fácilmente subyugado por el
Sí mismo. Solo el Sí mismo es permanente. La renunciación es la
no-identificación del Sí mismo con el no-Sí mismo. Cuando la ignorancia que
identifica al Sí mismo con el no-Sí mismo es eliminada, el no-Sí mismo cesa de
existir, y eso es verdadera renunciación.
D. ¿Podemos nosotros llevar a cabo
acciones sin apego, incluso en ausencia de esa renunciación?
M. Solo un Atma-jnani puede ser un buen Karma-yogui.
D. ¿Condena Bhagavan la Filosofía Dwaita?
M. Dwaita solo puede subsistir cuando
usted identifica al Sí mismo con el no-Sí mismo. Adwaita es no-identificación.
IV
BHAKTI Y JNANA
D. El Sri Bhagavata señala una vía para encontrar a Krishna en el Corazón
postrándose a todo y mirando a todo como el Señor mismo. ¿Es éste el camino
recto para la realización del Sí mismo? ¿No es más fácil adorar a Bhagavan en
todo lo que la «mente» encuentra, que buscar lo Supramental a través de la
indagación mental, «¿Quién soy yo?»?
M. Sí, cuando usted ve a Dios en
todo, ¿piensa usted en Dios o no? Usted debe ciertamente pensar en Dios para
ver a Dios en todo lo que ve. Mantener a Dios en su mente deviene dhyana y dhyana es la etapa antes de la Realización. La realización solo
puede ser en el Sí mismo y del Sí mismo. No puede ser nunca aparte del Sí
mismo; y dhyana debe precederla.
Tanto si usted hace dhyana en Dios
como en el Sí mismo, es irrelevante; puesto que la meta es la misma. Usted no
puede, por ningún medio, escapar al Sí mismo. Usted quiere ver a Dios en todo,
¿pero no en usted mismo? Si todo esto
es Dios, ¿no está usted incluido en ese todo?
Siendo Dios usted mismo, ¿es un milagro que todo
sea Dios? Éste es el método aconsejado en el Sri Bhagavata, y en otras partes por otros. Pero incluso para esta
práctica debe haber el veedor o el pensador. ¿Quién es él?
D. ¿Cómo ver a Dios, Que es
omnipenetrante?
M. Ver a Dios es SER Dios. No hay
ningún «todo» aparte de Dios para que Él lo penetre. Sólo Él es.
D. ¿Debemos leer la Gita de vez en cuando?
M. Siempre.
D. ¿Cuál es la relación entre Jnana y Bhakti?
M. El Estado natural, sostenido y
eterno de morar en el Sí mismo es Jnana.
Para
morar en el Sí mismo usted debe amar al Sí mismo. Puesto que Dios es ciertamente
el Sí mismo, el amor del Sí mismo es amor de Dios; y eso es Bhakti. Jnana y Bhakti son así uno y lo mismo.
D. Al hacer Nama-Japa durante una hora o más, caigo en un estado semejante al
sueño profundo. Al despertar, recuerdo que mi japa ha sido interrumpido. Así pues, lo intento de nuevo.
M. «Semejante al sueño profundo»,
eso es correcto. Es el estado natural. Debido a que usted está ahora asociado
con el ego, considera que el estado natural es algo que interrumpe su trabajo.
Así pues, usted debe tener la experiencia repetida hasta que se dé cuenta de
que es su estado natural. Entonces encontrará que el japa es externo, pero, sin embargo, continuará automáticamente. Su
duda presente se debe a esa falsa identidad, a saber, la de identificarse con
la mente que hace el japa. Japa
significa adherirse a un pensamiento a exclusión de todos los demás pensamientos.
Ese es su propósito. El japa lleva a dhyana que acaba en la realización del
Sí mismo o Jnana.
D. ¿Cómo debo proseguir el Nama-japa?
M. Uno no debe usar el Nombre de
Dios mecánica y superficialmente sin el sentimiento de devoción. Para usar el
Nombre de Dios uno debe implorar-Le con anhelo ardiente y entregarse uno mismo
sin reservas a Él. Solo después de esa entrega el Nombre de Dios está constantemente
con el hombre.
D. ¿Dónde está, entonces, la
necesidad de la indagación o vichara?
M. La entrega sólo puede tener
efecto cuando se hace con pleno conocimiento en cuanto a lo que significa la
verdadera entrega. Ese conocimiento viene después de la indagación y la
reflexión, y acaba invariablemente en la auto-entrega. No hay ninguna
diferencia entre Jnana y la entrega
absoluta al Señor, es decir, en pensamiento, palabra y obra. Para ser completa,
la entrega debe ser incuestionable; el devoto no puede comerciar con el Señor o
demandar favores de Sus manos. Esa entrega completa comprende todo: es Jnana y Vairagya, Devoción y Amor.
V
SÍ MISMO E INDIVIDUALIDAD
D. ¿No disuelve la muerte la
individualidad de una persona, de manera que no puede haber ningún
renacimiento, lo mismo que los ríos desaguados en el océano pierden sus individualidades?
M. Pero cuando las aguas se
evaporan y vuelven como lluvia sobre las montañas, una vez más fluyen en la
forma de ríos y desembocan en el océano; así también, las individualidades,
durante el sueño profundo, pierden su separatividad y, sin embargo vuelven como
individuos según sus samskaras o
tendencias pasadas. Similarmente en la muerte; la individualidad de la persona
con samskaras no se pierde.
D. ¿Cómo puede ser eso?
M. Vea como un árbol cuyas ramas
han sido cortadas, crece de nuevo. Mientras las raíces del árbol permanezcan
intocadas, el árbol continuara creciendo. Similarmente, los samskaras que meramente se han sumergido
en el Corazón a la muerte, pero que no han perecido por esa razón, ocasionan el
re-nacimiento a su debido tiempo; y así es como renacen los jivas.
D. ¿Cómo pueden los innumerables jivas y el universo entero, cuya
existencia es correlativa a la de los jivas,
brotar de esos samskaras tan sutiles
sumergidos en el Corazón?
M. Lo mismo que el gran árbol
baniano brota de una pequeña semilla, así también los jivas y el universo entero con nombre y forma brotan de los samskaras sutiles.
D. ¿Cómo emana la individualidad
del Sí mismo Absoluto, y cómo se hace posible su vuelta?
M. Como una chispa procede del
fuego, la individualidad emana del Sí mismo Absoluto. La chispa es llamada el
ego. En el caso del ajnani, el ego se
identifica con algún objeto simultáneamente con su surgimiento. No puede
permanecer sin esa asociación con los objetos.
Esta
asociación se debe a la ignorancia (ajnana),
cuya destrucción es el objetivo de los esfuerzos de uno. Si esta tendencia a
identificarse con los objetos es destruida, el ego deviene puro y entonces
también se sumerge en su Fuente. La identificación falsa de uno mismo con el
cuerpo es dehatma-buddhi o la idea
«yo-soy-el-cuerpo». Esta identificación debe desaparecer antes de que puedan
darse buenos resultados.
D. ¿Cómo he de erradicarla?
M. Usted existe en sushupti sin estar asociado con el
cuerpo y la mente, pero en los otros dos estados usted está asociado con ellos.
Si usted fuera uno con el cuerpo, ¿cómo podría existir sin el cuerpo en sushupti? Usted puede separarse de lo
que es externo a usted, pero no de eso que es uno con usted. De aquí que el ego
no puede ser uno con el cuerpo. Esto debe ser realizado en el estado de
vigilia. Los tres estados son estudiados en orden a obtener conocimiento.
D. ¿Cómo puede el ego, que está
confinado a dos de los estados, esforzarse para realizar Eso que comprende a
todos los tres estados?
M. El ego en su pureza es
experimentado en los intervalos entre dos estados o entre dos pensamientos. El
ego es como el gusano que deja un asidero solo después de agarrar otro. Su
verdadera naturaleza es conocida cuando está fuera de contacto con los objetos
o los pensamientos. Usted debe realizar este intervalo como la Realidad
permanente y sin cambio, su Ser verdadero, por medio de la convicción obtenida
por el estudio de los tres estados, jagrat,
swapna y sushupti.
D. ¿No puedo yo permanecer en sushupti mientras que quiera, y también
estar en él a voluntad, como estoy en el estado de vigilia? ¿Cuál es la
experiencia del Jnani de estos tres
estados?
M. Sushupti existe en su estado de vigilia
también. Usted está en sushupti
ahora. Eso debe ser penetrado y obtenido conscientemente en este mismo estado
de vigilia. No hay ningún entrar ni ningún salir real de él. Ser consciente de sushupti en el estado de jagrat, es Jagratsushupti, y eso es Samadhi.
El
ajnani no puede permanecer por mucho
tiempo en sushupti, debido a que es
forzado por su naturaleza a emerger de él. Su ego no está muerto y surgirá una
y otra vez. Pero el Jnani aplasta al
ego en su Fuente. El ego puede parecer
emerger a veces en su caso también como si fuera impelido por el prarabdha. Es decir, en el caso del Jnani también, para todos los propósitos
externos, el prarabdha parece
sostener o mantener el ego, como en el caso del ajnani; pero hay esta diferencia fundamental, a saber, que el ego
del ajnani, cuando surge (realmente nunca se ha sumergido excepto en el sueño
profundo) es completamente ignorante de su Fuente; en otras palabras, el ajnani no es consciente de su sushupti en sus estados de sueño con
sueños y de vigilia; en el caso del Jnani,
por el contrario, el surgimiento o la existencia del ego es solo aparente, y él
saborea su Experiencia trascendental sin fisuras a pesar de ese aparente
surgimiento o existencia del ego, manteniendo su atención (lakshya) siempre en la Fuente. Este ego no es dañino; es meramente
como el esqueleto de una cuerda quemada —aunque tiene la forma, es inútil para
atar nada. Manteniendo constantemente la atención de uno en la Fuente, el ego
se disuelve en esa Fuente como una muñeca de sal en la mar.
D. ¿Cuál es la significación de la
Crucifixión?
M. El cuerpo es la cruz. Jesús, el
hijo del hombre, es el ego o idea «yo-soy-el-cuerpo». Cuando el hijo del hombre
es crucificado en la cruz, el ego perece, y lo que sobrevive es el Ser
Absoluto. Es la resurrección del Sí mismo Glorioso, del Cristo —el Hijo de
Dios.
D. ¿Pero cómo se justifica la
crucifixión? ¿No es matar un crimen terrible?
M. Todos están cometiendo suicidio.
El Estado natural eterno y feliz, ha sido ahogado por esta vida ignorante. De
esta manera, la vida presente se debe a la matanza de la Existencia positiva y
eterna. ¿No es realmente un caso de suicidio? Así pues, ¿por qué preocuparse
por matar etc.?
D. Sri Ramakrishna dice que el Nirvikalpa Samadhi no puede durar más de
veintiún días; si persiste en él, la persona muere. ¿Es esto un hecho?
M. Cuando el prarabdha se agota, el ego está completamente disuelto, sin dejar
ningún rastro detrás. Ésta es la Liberación final (Nirvana). A menos que el prarabdha
esté agotado, el ego surgirá como puede
parecer hacerlo en el caso de los Jivanmuktas.
VI
LA REALIZACIÓN DEL SÍ MISMO
D. ¿Cómo puedo obtener la
Realización del Sí mismo?
M. La Realización no es nada que
haya que obtener como si fuera nuevo; está ya aquí. Todo lo que se necesita es
deshacerse del pensamiento «yo no he realizado».
La
Quiescencia o la Paz es la Realización. No hay ningún momento en el que el Sí
mismo no sea. Mientras hay duda o el sentimiento de no-Realización, debe hacerse
el intento de deshacerse uno mismo de estos pensamientos. Ellos se deben a la
identificación del Sí mismo con el no-Sí mismo. Cuando el no-Sí mismo desaparece,
solo queda el Sí mismo. Para hacer sitio, es suficiente que la apretura sea
eliminada; el sitio no es traído de ninguna parte.
D. Puesto que la Realización no es
posible sin vasana-kshaya, ¿cómo he
de realizar yo ese Estado en el que los vasanas
son efectivamente destruidos?
M. ¡Usted está en ese Estado ahora!
D. ¿Significa eso que adhiriéndose
al Sí mismo, los vasanas deben ser
destruidos como y cuando emergen?
M. Ellos mismos serán destruidos si
usted permanece como usted es.
D. ¿Cómo obtendré el Sí mismo?
M. No hay ningún obtener el Sí
mismo. Si el Sí mismo tuviera que ser obtenido, eso significaría que el Sí
mismo no es aquí y ahora, sino que todavía tiene que ser obtenido. Lo que se
obtiene como si fuera nuevo, también se perderá. Así pues, será impermanente.
Lo que no es permanente no es digno de esforzarse por ello. Así pues, yo digo
que el Sí mismo no se obtiene. Usted es el
Sí mismo; usted es ya Eso.
El
hecho es que usted es ignorante de su estado feliz. La ignorancia sobreviene y
extiende un velo sobre el Sí mismo puro que es Felicidad. Los esfuerzos son dirigidos
solo a eliminar este velo de ignorancia, que es meramente un conocimiento
erróneo. El conocimiento erróneo es la falsa identificación del Sí mismo con el
cuerpo, la mente, etc. Esta falsa identificación debe desaparecer, y entonces
solo queda el Sí mismo.
Por
consiguiente, la Realización es para todos; la Realización no hace ninguna diferencia
entre los aspirantes. Esta duda misma, de si usted puede realizar, y la noción
«yo-no-he-realizado» son, ellos mismos, los obstáculos. Sea libre de estos
obstáculos también.
D. ¿Cuál es la utilidad del Samadhi, y subsiste el pensamiento
entonces?
M. Solo el Samadhi puede revelar la Verdad. Los pensamientos tienden un velo
sobre la Realidad, y así, la Realidad no es realizada como tal en otros estados
que no sean el Samadhi.
En
el Samadhi solo hay la sensación «YO
SOY» y ningún pensamiento. La experiencia «YO SOY» es SER QUIESCENTE.
D. ¿Cómo puedo yo repetir la
experiencia del Samadhi o la
Quiescencia que obtengo aquí?
M. Su experiencia presente se debe
a la influencia de la atmósfera en la que se encuentra usted. ¿Puede usted
tenerla fuera esta atmósfera? La experiencia no es permanente. Hasta que
deviene permanente, la práctica es necesaria.
D. Uno tiene a veces vívidos
relámpagos de una consciencia cuyo centro está fuera del sí mismo normal,
y que parece ser omni-inclusiva. Sin entrar en conceptos filosóficos, ¿qué me
aconsejaría Bhagavan que haga para obtener,
retener y extender esos raros relámpagos? ¿Implica bhyasa en esa experiencia el retiro?
M. ¡Fuera! ¿Para quien es dentro o fuera? Éstos solo pueden existir
mientras hay el sujeto y el objeto. ¿Para quien son éstos dos? En la indagación
usted encontrará que ellos se disuelven solo en el sujeto. Vea quién es el
sujeto; y esta indagación le lleva a la Consciencia pura más allá del sujeto.
El
sí mismo normal es la mente. Esta
mente es con limitaciones. Pero la pura Consciencia es más allá de
limitaciones, y es obtenido por la indagación como se ha señalado más arriba.
La
obtención: el Sí mismo está siempre
aquí. Usted solo tiene que eliminar el velo que obstruye la revelación del Sí
mismo.
La
retención: una vez que usted realiza
el Sí mismo, eso deviene su experiencia directa e inmediata. No se pierde
nunca.
La
extensión: no hay ninguna extensión
del Sí mismo, puesto que el Sí mismo es como siempre, sin contracción o
expansión.
El
retiro: morar en el Sí mismo es
soledad. Porque no hay nada ajeno al Sí mismo. El retiro debe ser de algún
lugar o estado a otro. No hay ni lo uno ni lo otro aparte del Sí mismo. Puesto
que todo es el Sí mismo, el retiro es
imposible e inconcebible.
Abhyasa es solo impedir la perturbación
de la paz inherente. Usted está siempre en su Estado natural, tanto si hace abhyasa como si no… Permanecer como
usted es, sin objeción ni duda, es su Estado natural.
D. Al realizar el Samadhi, ¿no obtiene uno siddhis (poderes) también?
M. Para exhibir siddhis, debe haber otros que los
reconozcan. Eso significa, que no hay ningún Jnana en el que los exhibe. Por consiguiente, los siddhis no son dignos de un pensamiento;
solo a Jnana debe apuntarse y obtenerse.
D. ¿Ayuda mi realización a otros?
M. Sí, y posiblemente es la mejor
ayuda que usted pueda dar a otros. Aquellos que han descubierto grandes
verdades, lo han hecho en las profundidades quiescentes del Sí mismo. Pero, en
realidad, no hay ningún «otro» a quien ayudar. Pues el Ser Realizado ve solo el
Sí mismo, de la misma manera que el orfebre ve solo el oro mientras lo aprecia
en diferentes joyas hechas de oro. Cuando usted se identifica con el cuerpo, el
nombre y la forma están ahí. Pero cuando usted trasciende la consciencia del
cuerpo, los «otros» también desaparecen. El Realizado no ve el mundo como diferente
de Él mismo.
D. ¿No sería mejor si los Santos se
mezclaran con otros?
M. No hay ningunos «otros» con los
que mezclarse. El Sí mismo es la única Realidad.
D. ¿No debo yo intentar ayudar al mundo
que sufre?
M. El Poder que le ha creado a
usted ha creado también el mundo. Si ese Poder puede cuidar de usted,
similarmente puede cuidar del mundo también… Si Dios ha creado el mundo, es
incumbencia Suya cuidarlo, no es incumbencia de usted.
D. ¿No es nuestro deber ser
patriotas?
M. Su deber es SER, y no ser esto o
eso. «YO SOY LO QUE YO SOY» resume toda la verdad; el método está resumido en
«SEA QUIESCENTE».
¿Y
qué significa Quiescencia? Significa «Destrúyase a usted mismo»; debido a que,
todo nombre y forma es la causa del trastorno. «Yo—yo» es el Sí mismo. «Yo soy
esto» es el ego. Cuando el «yo» se mantiene solo como el «yo», es el Sí mismo.
Cuando se va por la tangente y dice «Yo soy esto o eso, yo soy tal y tal», —es
el ego.
D. ¿Quién es entonces Dios?
M. El Sí mismo es Dios. «YO SOY» es
Dios. Si Dios es aparte del Sí mismo, Él debe ser un Dios sin sí mismo, lo cual
es absurdo.
Todo
lo que se requiere para realizar el Sí mismo es SER QUIESCENTE. ¿Qué puede ser
más fácil que eso? Por consiguiente, Atma-vidya
es lo más fácil de obtener.
VII
EL GURÚ Y SU GRACIA
D. ¿Qué es Gurú-kripa? ¿Cómo conduce a la realización del Sí mismo?
M. El Gurú
es el Sí mismo… A veces en su vida un hombre deviene insatisfecho con ella, y,
no contento con lo que tiene, busca la satisfacción de sus deseos, por medio de
la oración a Dios, etc. Su mente es gradualmente purificada hasta que anhela
conocer a Dios, hasta que anhela más obtener Su Gracia que satisfacer sus
deseos mundanos. Entonces, la Gracia de Dios comienza a manifestarse. Dios toma
la forma de un Gurú y se aparece al
devoto, le enseña la Verdad, y, además, purifica su mente por asociación. La
mente del devoto gana fuerza y entonces es capaz de volverse hacia dentro. Por
la meditación se purifica y permanece quiescente sin la menor agitación. Esa
Expansión calma es el Sí mismo.
El
Gurú es a la vez «externo» e
«interno». Desde el exterior, Él da un empuje a la mente para que se vuelva
hacia dentro; desde el «interior», Él empuja la mente hacia el Sí mismo y ayuda
en el aquietamiento de la mente. Eso es Gurú-kripa.
No hay diferencia entre Dios, el Gurú,
y el Sí mismo.
D. En la Sociedad Teosófica,
meditan para buscar Maestros que los guíen.
M. El Maestro está dentro: la
meditación está para eliminar la idea ignorante de que Él está solo fuera. Si
Él es un extraño al que usted espera, Él está destinado a desaparecer también.
¿Dónde está la utilidad de un ser transitorio como ese? Pero mientras que usted
piensa que está separado o que usted es el cuerpo, el Maestro «exterior»
también es necesario, y Él aparecerá como si fuera un cuerpo. Cuando cesa la
identificación errónea de uno mismo con el cuerpo, se encuentra que el Maestro
no es nadie más que el Sí mismo.
D. ¿Nos ayudara el Gurú a conocer el Sí mismo a través de la
iniciación, etc.?
M. ¿Le lleva el Gurú a usted de la mano y le susurra en
el oído? Usted puede imaginar que Él es lo que usted mismo es. Debido a que
piensa que usted es con un cuerpo, piensa que Él tiene también un cuerpo, para
hacerle algo tangible a usted. Su trabajo está dentro, en el reino espiritual.
D. ¿Cómo se encuentra al Gurú?
M. Dios, que es inmanente, tiene
piedad en Su Gracia del amante devoto y se manifiesta Él mismo según el
desarrollo del devoto. El devoto piensa que Él es un hombre y espera una
relación entre dos cuerpos físicos. Pero el Gurú,
que es Dios o el Sí mismo Encarnado, trabaja desde dentro, ayuda al hombre a
ver el error de sus caminos y le guía en la vía recta hasta que realiza el Sí
mismo dentro.
D. ¿Qué debe hacer el devoto entonces?
M. Él solo tiene que actuar según
las palabras del Maestro y trabajar dentro. El Maestro está a la vez «dentro» y
«fuera», y así Él crea condiciones para llevarle a usted hacia dentro y al
mismo tiempo prepara el «interior» para atraerle al Centro. Así pues, Él da un
empuje desde «fuera» y ejerce una atracción desde «dentro», a fin de que usted
pueda ser fijado en el Centro.
Usted
piensa que el mundo pude ser conquistado por sus propios esfuerzos. Cuando
usted está frustrado externamente y es llevado hacia dentro, siente «¡Oh! Hay
un Poder Más Alto que el hombre!
El
ego es como un elefante muy poderoso que no puede ser puesto bajo control por
nada que sea menos poderoso que un león, que, en este caso, no es otro que el Gurú, cuya mirada misma hace que el ego
semejante a un elefante tiemble y muera.
Usted
sabrá a su debido tiempo que su gloria está donde usted cesa de existir. Para
obtener ese Estado, usted debe entregarse. Entonces el Maestro ve que usted
está en el estado adecuado para recibir guía, y Él le guía.
D. ¿Cómo puede el Silencio del Gurú, que no da ninguna iniciación ni
hace ningún otro acto tangible, ser más poderoso que Su palabra, etc.? ¿Cómo es
ese Silencio mejor que el estudio de las Escrituras?
M. El Silencio es la forma de
trabajo más potente. Por vastas y enfáticas que las Escrituras puedan ser,
fracasan en su efecto. El Gurú es
Quiescente y la Gracia prevalece en todo. Este Silencio es más vasto y más
enfático que todas las Escrituras juntas.
D. ¿Puede el devoto obtener la
Felicidad?
M. El devoto se entrega al Maestro
y eso significa que no hay retenido en él ningún vestigio de individualidad. Si
la entrega es completa, todo sentido de sí mismo se pierde, y entonces no puede
haber ninguna miseria ni aflicción.
El
Ser Eterno no es nada sino Felicidad. Eso viene como una Revelación.
D. ¿Cómo puedo obtener la Gracia?
M. La Gracia es el Sí mismo. Eso
tampoco ha de ser adquirido; usted sólo necesita saber que existe.
El
sol es solo brillo. El sol no ve ninguna obscuridad. Sin embargo, usted habla
de la obscuridad que huye cuando se acerca el sol. Así también, la ignorancia
del devoto, como el fantasma de la obscuridad, se desvanece a la mirada del Gurú. Usted está rodeado por la luz del
sol; pero si usted quiere ver el sol, debe volverse en su dirección y mirarle.
Así también, la Gracia es encontrada por el adecuado acercamiento que usted
hace, aunque ella está aquí y ahora.
D. ¿No puede la Gracia acelerar la
madurez en el buscador?
M. Déjelo todo al Maestro.
Entréguese a Él sin reserva.
Ha
de hacerse una de estas dos cosas: o bien se entrega usted, debido a que se da
cuenta de su incapacidad y de que necesita un Poder Más Alto que le ayude; o
bien indaga en la causa de la miseria, va a la Fuente y así se sumerge en el Sí
mismo. Por una u otra vía, usted será libre de la miseria. Dios o el Gurú nunca abandona al devoto que se ha
entregado.
D. ¿Cuál es la significación de la
postración al Gurú o a Dios?
M. Postración significa la
submersión del ego, y ello significa sumergirse en la Fuente. Dios o el Gurú no pueden ser engañados por
genuflexiones, inclinaciones y postraciones externas. Él ve si el ego está ahí
o no.
D. ¿No me dará Bhagavan algo de Prasad de Su plato como una señal de Su
Gracia?
M. Coma sin pensar en el ego.
Entonces lo que usted coma deviene el Prasad
de Bhagavan.
D. ¿No está el hombre instruido
mejor cualificado para la Iluminación, en el sentido de que no tiene necesidad
de Gurú-kripa?
M. Incluso un hombre instruido debe
inclinarse ante el sabio iletrado. La falta de instrucción es ignorancia y la
educación es ignorancia aprendida. Ambos son ignorantes de la Meta verdadera.
El Sabio es ignorante en una línea diferente. Es ignorante debido a que para él
no hay ningún «otro».
D. ¿No es para obtener la Gracia
del Gurú por lo que se Le ofrecen
regalos? Así pues, los visitantes ofrecen regalos a Bhagavan.
M. ¿Por qué traen regalos? ¿Los
quiero yo? ¡Incluso si yo los rechazo, ellos me los imponen! ¿Para qué? ¿No es
como dar un cebo para coger al pez? ¿Está el pescador ansioso de alimentarlos?
No, él está ansioso de alimentarse del pez
D. ¿Es verdadera la idea Teosófica
de dar sucesivas iniciaciones antes de obtener la Liberación (Moksha)?
M. Aquellos que obtienen Moksha en una vida deben haber pasado
por todas las iniciaciones en sus vidas anteriores.
D. La Teosofía dice que los Jnanis después de la muerte tienen que
elegir cuatro o cinco líneas de trabajo, no necesariamente en este mundo. ¿Cuál
es la opinión de Bhagavan?
M. Algunos pueden comenzar un
trabajo, pero no todos.
D. ¿Es usted consciente de una
Hermandad de Rishis invisibles?
M. Si es invisible, ¿cómo puede
verlos usted?
D. En la consciencia.
M. No hay nada externo en la
Consciencia.
D. ¿Puedo yo realizarlos?
M. Si usted realiza su propia
Realidad, entonces la de los Rishis y
Maestros devendrá clara para usted. Solo hay un Maestro, y ese es el Sí mismo.
D. ¿Es verdadera la reencarnación?
M. La reencarnación existe solo
mientras hay ignorancia.
No
hay realmente ninguna reencarnación, ni ahora ni antes. Ni habrá ninguna en el
futuro. Ésta es la verdad.
D. ¿Puede un Yogui conocer sus vidas pasadas?
M. ¿Conoce usted la vida presente,
para que quiera conocer las pasadas? Encuentre el presente, entonces el resto
seguirá solo. Incluso con nuestro presente conocimiento limitado, usted sufre
mucho; ¿por qué debe usted cargarse con más conocimiento? ¿Es para sufrir más?
D. ¿Utiliza Bhagavan poderes
ocultos para hacer a otros realizar el Sí mismo, o es el mero hecho de la
Realización de Bhagavan suficiente para eso?
M. La fuerza Espiritual de la
Realización del Sí mismo es mucho más poderosa que el uso de todos los poderes
ocultos. Puesto que no hay ningún ego en el Sabio, no hay ningunos «otros» para
Él. ¿Cuál es el beneficio más alto que puede serle conferido a usted? Es la
Felicidad, y la Felicidad nace de la Paz. La Paz solo puede reinar donde no hay
perturbación, y la perturbación se debe a los pensamientos que surgen en la
mente. Cuando la mente misma está ausente, hay Paz perfecta. A menos que una
persona haya aniquilado la mente, no puede obtener la Paz y ser Feliz. Y a
menos que él mismo sea Feliz, no puede dar Felicidad a «otros». Sin embargo,
puesto que no hay ningunos «otros» para el Sabio que no tiene ninguna mente, el
mero hecho de Su Realización del Sí mismo es, ello mismo, suficiente para hacer
a los «otros» Felices.
VIII
LA PAZ Y LA FELICIDAD
D. ¿Cómo puedo obtener paz? No
parezco obtenerla a través de la auto-indagación (Vichara).
M. La Paz es su estado natural. Es
la mente lo que obstruye el estado natural. Su Vichara ha sido hecha solo en la mente. Indague lo que es la mente,
y desaparecerá. No hay ninguna cosa tal como la mente aparte del pensamiento.
Sin embargo, debido a la emergencia del pensamiento, usted supone algo desde lo
que el pensamiento comienza y llama a eso la mente. Cuando usted prueba a ver
lo que es eso, encuentra que realmente no hay ninguna cosa tal como la mente.
Cuando la mente se ha desvanecido así, usted realiza la Paz eterna.
D. A través de la poesía, la
música, el japa, el bhajana, la
visión de bellos paisajes, leyendo las líneas de versos espirituales, etc., uno
experimenta a veces una sensación verdadera de la unidad de todo. ¿Es esa
sensación de profunda felicidad quiescente (donde el sí mismo personal no tiene
ningún lugar) lo mismo que la entrada en el Corazón de la que habla Bhagavan?
¿Llevará la práctica de ello a un samadhi
más profundo y así finalmente a una plena visión de lo Real?
M. Hay felicidad cuando a la mente
se le presentan cosas agradables. Es la Felicidad inherente al Sí mismo, y no
hay ninguna otra Felicidad. Y no es ajena ni lejana. Usted se está sumergiendo
en el Sí mismo en esas ocasiones que considera placenteras; esa sumersión
resulta en Felicidad auto-existente. Pero la asociación de ideas es responsable
de mezclar esa Felicidad con otras cosas o acontecimientos, mientras que, de
hecho, esa Felicidad está dentro de usted. En esas ocasiones usted se está
sumergiendo en el Sí mismo, aunque inconscientemente. Si usted lo hace
conscientemente, con la convicción que viene de la experiencia de que usted es
idéntico a la Felicidad, la cual es ciertamente el Sí mismo, la única Realidad,
usted lo llama Realización. Yo quiero que usted se sumerja conscientemente en
el Sí mismo, es decir, en el Corazón.
EL EVANGELIO DEL MAHARSHI
LIBRO II
EL EVANGELIO DEL MAHARSHI
I
LA AUTO-INDAGACIÓN
Discípulo. ¿Cómo ha de realizar uno el Sí
mismo?
Maharshi. ¿El Sí mismo de quién?
Encuentre.
D. El mío, ¿pero quién soy yo?
M. Encuéntrese a usted mismo.
D. Yo no sé cómo.
M. Piense sólo en la pregunta.
¿Quién es el que dice «yo no sé»? ¿Quién es el «yo» en su afirmación? ¿Qué es
no conocido?
D. Alguien o algo en mí.
M. ¿Quién es ese alguien? ¿En
quién?
D. Quizás algún poder.
M. Encuentre.
D. ¿Por qué he nacido?
M. ¿Quién ha nacido? La respuesta
es la misma a todas tus preguntas.
D. ¿Quién soy yo, entonces?
M. (Sonriendo). ¿Usted ha venido a
examinarme a mí? Usted debe decir quien es usted.
D. Por mucho que lo intente, no
parezco aprehender el «yo». No es siquiera claramente discernible.
M. ¿Quién es el que dice que el
«yo» no es discernible? ¿Hay dos «yo» en usted, de manera que uno no es
discernible por el otro?
D. En lugar de indagar «¿quién soy
yo?», ¿puedo hacerme a mí mismo la pregunta «¿quién es Usted?», puesto que entonces mi mente puede ser fijada en Usted, a
quien yo considero Dios en la forma del Gurú?
Quizás, estaría más cerca de la meta de mi búsqueda por esa indagación que
preguntándome a mí mismo «¿quién soy yo?»
M. Sea cual sea la forma que tome
su indagación, finalmente usted debe llegar al único yo, el Sí mismo.
Todas
estas distinciones hechas entre el «yo» y el «usted», entre Maestro y discípulo,
etc., son meramente un signo de la propia ignorancia de uno. Solo el yo Supremo
es. Pensar de otro modo es engañarse a uno mismo.
Una
historia Puránica del Sabio Ribhu y su discípulo Nidagha, es particularmente
instructiva en este contexto.
Aunque
Ribhu enseñó a su discípulo la suprema Verdad del único Brahman sin un segundo,
Nidagha, a pesar de su erudición y comprensión, no adquirió suficiente
convicción para adoptar y seguir la vía del Jnana,
sino que se instaló en su ciudad natal para llevar una vida dedicada a la
observancia de la religión ceremonial.
Pero
el Sabio amaba a su discípulo tan profundamente como el discípulo veneraba a su
Maestro. A pesar de su edad, Ribhu quiso ir él mismo a su discípulo en la ciudad,
sólo para ver cuánto había desarrollado éste su ritualismo. A veces el Sabio
iba disfrazado, de manera que podía observar como actuaba Nidagha cuando no
sabía que estaba siendo observado por su Maestro.
En
una tal ocasión Ribhu, que se había puesto el disfraz de un rústico campesino,
encontró a Nidagha observando atentamente la procesión real. Sin ser reconocido
por el ciudadano Nidagha, el rústico campesino preguntó qué era todo aquel alboroto,
y se dijo que el rey iba a pasar en procesión.
«¡Oh!
Es el rey. ¡Él va en la procesión! ¿Pero dónde está él?», preguntó el campesino.
«Ahí,
sobre el elefante», dijo Nidagha.
«Dices
que el rey está sobre el elefante. Sí, yo veo a los dos» dijo el rústico,
«¿Pero cuál es el rey y cuál es el elefante?»
«¡Qué!»,
exclamó Nidagha, «Usted ve a los dos, pero no sabe que el hombre de arriba es
el rey y el animal de abajo es el elefante? ¿Dónde está la utilidad de hablar a
un hombre como usted?»
«Por
favor, no sea impaciente con un hombre ignorante como yo», imploro el rústico,
«Pero usted dijo “arriba” y “abajo”, ¿qué significan?»
Nidagha
no pudo soportarlo más. «Usted ve al rey y al elefante, uno arriba y el otro abajo. Sin embargo, usted quiere saber qué se entiende por “arriba” y “abajo”?» espetó Nidagha. «Si las cosas vistas y las palabras
habladas pueden comunicarle tan poco, solo la acción puede enseñarle. Inclínese
hacia adelante y lo sabrá todo muy bien».
El
rústico hizo lo que se le dijo. Nidagha se subió sobre sus hombros y dijo
«Sépalo ahora. Yo estoy arriba como
el rey, y usted está abajo como el
elefante. ¿Está suficientemente claro?»
«No,
todavía no», fue la tranquila respuesta del rústico. «Usted dice que usted está
arriba como el rey, y que yo estoy abajo como el elefante. El “rey”, el
“elefante”, “arriba” y “abajo”, hasta aquí está claro. Pero, se lo ruego,
dígame qué entiende usted por “yo” y “usted”?»
Cuando
Nidagha fue enfrentado así de repente con el gran problema de definir el
«usted» aparte del «yo», la luz se hizo en su mente. Al instante saltó y cayó a
los pies de su Maestro diciendo, «¿Quién más sino mi venerable Maestro, Ribhu,
podría haber sacado así mi mente de las superficialidades de la existencia
física al verdadero Ser del Sí mismo? ¡Oh, benigno Maestro!, suplico tus
bendiciones».
Por
consiguiente, mientras su meta es trascender aquí y ahora, estas superficialidades
de la existencia física a través del Atma-vichara,
¿dónde está el lugar para hacer las distinciones de «usted» y «yo», que solo
pertenecen al cuerpo? Cuando usted vuelve la mente hacia dentro, buscando la
Fuente del pensamiento, ¿dónde está el «usted» y dónde está el «yo»?
Usted
debe buscar y ser el Sí mismo que incluye todo.
D. ¿Pero no es gracioso que el «yo»
deba buscar al «yo»? ¿No se convierte finalmente la indagación «¿Quien soy yo?»
en una formula vacía? ¿O he de hacerme a mí mismo la pregunta incansablemente,
repitiéndola como un mantra?
M. La Auto-indagación no es
ciertamente una formula vacía; es más que la repetición de un mantra. Si la indagación «¿Quién soy
yo?» fuera un mero preguntar mental, no sería de mucho valor. El verdadero
propósito de la Auto-indagación es concentrar toda la mente en su Fuente. Por
consiguiente, no es el caso de un «yo» buscando a otro «yo».
La
Auto-indagación es aún menos una formula vacía, puesto que implica una intensa
actividad de toda la mente para mantenerla sostenidamente posada en la pura
consciencia del Sí mismo.
La
Auto-indagación es el único medio infalible, el único medio directo para
realizar el Ser absoluto e incondicionado que usted es realmente.
D. ¿Por qué solo la Auto-indagación
debe ser considerada el medio directo a Jnana?
M. Porque todo tipo de sadhana, excepto la de Atma-vichara, presupone la retención de
la mente como el instrumento para llevar a cabo la sadhana, y sin la mente no puede ser practicada. El ego puede tomar
formas diferentes y cada vez más sutiles en las diferentes etapas de la
práctica de uno, pero él mismo nunca es destruido.
Cuando
Janaka exclamó, «Ahora he descubierto al ladrón que ha estado arruinándome todo
el tiempo. Será tratado sumariamente.», el Rey se estaba refiriendo en realidad
al ego o la mente.
D. Pero el ladrón puede ser
aprehendido también por las otras sadhanas.
M. El intento de destruir al ego o
la mente por otras sadhanas que no
sean el Atma-vichara, es lo mismo que
el ladrón que se hace policía para coger al ladrón, es decir, a sí mismo. Solo Atma-vichara puede revelar la verdad de
que ni el ego ni la mente existen realmente, y permitirle a uno realizar el
puro Ser del Sí mismo o lo Absoluto indiferenciado.
Habiendo
realizado el Sí mismo, no queda nada que conocer, debido a que es Felicidad
perfecta, es el Todo.
D. En esta vida rodeada de
limitaciones, ¿puedo yo realizar alguna vez la Felicidad del Sí mismo?
M. Esa Felicidad del Sí mismo está
siempre con usted, y la encontrará por usted mismo, si la busca sinceramente.
La
causa de su miseria no está en la vida de afuera; está en usted como el ego.
Usted se impone limitaciones a usted mismo, y entonces emprende una vana lucha
para trascenderlas. Toda infelicidad es debida al ego; con él viene todo su
problema. ¿De que le sirve a usted atribuir a los acontecimientos de la vida la
causa de la miseria que está realmente dentro de usted? ¿Qué felicidad puede
usted obtener de cosas externas a usted mismo? Y cuando usted la obtiene,
¿cuánto durara?
Si
usted niega al ego y lo quema ignorándolo, usted es libre. Si lo acepta, él le
impondrá limitaciones y le arrojará a una vana lucha para trascenderlas. Así
fue como el ladrón buscó arruinar al Rey Janaka.
SER
el Sí mismo que usted es realmente, es el único medio de realizar la Felicidad
que es siempre suya.
D. No habiendo realizado la Verdad
de que solo existe el Sí mismo, ¿no debo adoptar yo las vías (margas) de la Bhakti y del Yoga como
más adecuadas para los propósitos de la sadhana
que la vía (marga) de la Vichara? ¿No es la realización del
propio Ser absoluto de uno, es decir, Brahma-jnana,
algo completamente inalcanzable para un laico como yo?
M. Brahma-jnana no es un Conocimiento que tenga
que ser adquirido, de manera que, al adquirirlo, uno pueda obtener la
felicidad. Es la propia visión ignorante de uno lo que uno debe abandonar. El
Sí mismo que usted busca conocer es verdaderamente usted mismo. Su supuesta
ignorancia le causa a usted una innecesaria aflicción, como la de los diez
hombres necios que lamentaban la «perdida» del décimo hombre que nunca se había
perdido.
Los
diez hombres necios de la parábola vadeaban un arroyo y, al alcanzar la otra orilla,
querían asegurarse de que todos ellos habían cruzado a salvo la corriente. Uno
de los diez comenzó a contar, pero al contar a los otros se excluyó a sí mismo
de la cuenta. «Yo veo solo nueve; ciertamente, hemos perdido a uno. ¿Quién puede
ser?» dijo. «¿Contaste correctamente?» preguntó otro, e hizo el recuento él mismo.
Pero, él también, contó solo nueve. Uno detrás de otro, cada uno de los diez,
contó solo nueve, olvidándose de sí mismo. «Nosotros somos solo nueve», acordaron
todos; «¿pero quién es el que falta?», se preguntaban. Todo esfuerzo que
hicieron para descubrir al individuo «que faltaba», fracasó. «Quienquiera que
sea se ha ahogado», dijo el más sentimental de los diez necios, «le hemos perdido».
Al decir esto, estalló en lagrimas, y los nueve restantes le siguieron.
Viéndoles
llorar a la orilla del río, un compasivo viajero les preguntó la causa. Ellos
contaron lo que había ocurrido, y dijeron que incluso después de contarse
varias veces, no pudieron encontrar más que nueve. Al oír la historia, pero
viendo a los diez ante él, el viajero adivinó lo que había pasado. Para
hacerles saber por sí mismos que eran realmente diez, y que todos ellos habían
salido ilesos de la travesía, el viajero les dijo, «Que cada uno de vosotros
cuente por sí mismo, pero uno detrás de otro en serie, uno, dos, tres y así
sucesivamente, mientras que yo os daré a cada uno una bofetada de manera que
todos vosotros podáis estar seguros de haber sido incluidos en el recuento, e
incluidos solo una vez. Entonces el décimo hombre “perdido” será encontrado».
Al escuchar esto, ellos se alegraron ante la perspectiva de encontrar a su
camarada «perdido» y aceptaron el método sugerido por el viajero.
Mientras
el buen viajero daba una bofetada a cada uno de los diez en fila, el que recibía
la bofetada se contaba en voz alta. «Diez» dijo el último hombre cuando recibió
la última bofetada en la fila. Perplejos, se miraron unos a otros, «Nosotros somos diez» dijeron con una sola voz y
agradecieron al viajero haber eliminado su aflicción.
Esa
es la parábola. ¿De donde fue traído el décimo hombre? ¿Se había perdido nunca?
Al saber que había estado allí todo el tiempo, ¿aprendieron ellos algo nuevo?
La causa de su aflicción no era la perdida real de ninguno de los diez, era su
propia ignorancia, o más bien su mera suposición de que uno de ellos se había
perdido —(aunque ellos no podían encontrar quién era)— debido a que contaban
solo nueve.
Tal
es también el caso con usted. Verdaderamente no hay ninguna causa para que usted
sea miserable e infeliz. Usted mismo impone limitaciones a su verdadera naturaleza
de Ser infinito, y entonces llora porque usted es solo una criatura finita.
Entonces usted emprende esta o aquella sadhana
para trascender las limitaciones no-existentes. Pero si su sadhana misma asume la existencia de las
limitaciones, ¿cómo puede ella ayudarle a trascenderlas?
Por
consiguiente, yo digo, sepa que usted es el Ser puro e infinito, el Sí mismo Absoluto.
Usted es siempre ese Sí mismo y nada sino ese Sí mismo. Así pues, usted no
puede ser nunca realmente ignorante del Sí mismo; su ignorancia es meramente
una ignorancia en apariencia, como la ignorancia de los diez necios sobre el décimo
hombre «perdido». Es esta ignorancia la que les causaba la aflicción.
Sepa
entonces que el verdadero Conocimiento no le crea un Ser nuevo, sino que solo
elimina su «ignorancia ignorante». La Felicidad no es agregada a su naturaleza,
sino que simplemente se revela como su Estado natural y verdadero, Eterno e Imperecedero.
La única vía para librarse de su aflicción es Conocer y SER el Sí mismo. ¿Cómo
puede ser esto inalcanzable?
II
LA SADHANA Y LA GRACIA
D. La búsqueda de Dios se ha estado
dando desde tiempos inmemoriales. ¿Ha sido dicha la última palabra?
M. (Guarda Silencio por algún
tiempo).
D. (Aturdido) ¿Debo considerar el
silencio de Bhagavan como la respuesta a mi pregunta?
M. Sí. Mouna es Iswara-svarupa. Por consiguiente el texto «La Verdad del
Supremo Brahman proclamada a través del Silencio Elocuente».
D. Se dice que Buddha ignoró tales
indagaciones sobre Dios.
M. Y por esto él era llamado un Sunya-vadin (Nihilista). De hecho, el
Buddha se interesó más en dirigir al buscador a realizar la Felicidad aquí y
ahora que en las discusiones académicas sobre Dios, etc.
D. Dios es descrito como manifiesto
e inmanifiesto. En cuanto al primero se dice que Él incluye el mundo como una
parte de Su Ser. Si eso es así, nosotros, como parte de ese mundo, deberíamos
haberLe conocido fácilmente en la forma manifestada.
M. Conózcase a usted mismo antes de
buscar decidir sobre la naturaleza de Dios y el mundo.
D. ¿Conocerme a mí mismo implica
conocer a Dios?
M. Sí, Dios está dentro de usted.
D. Entonces, ¿qué obstaculiza la
vía de mi conocerme a mí mismo o a Dios?
M. Su mente divagadora y sus
caminos pervertidos.
D. Yo soy una criatura débil. Pero
¿por qué el poder superior del Señor dentro no elimina los obstáculos?
M. Sí, Él lo hará, si usted tiene
la aspiración.
D. ¿Por qué no crea Él la
aspiración en mí?
M. Entonces, entréguese.
D. Si yo me entrego, ¿no es
necesaria ninguna plegaria?
M. La entrega misma es una plegaria
todopoderosa.
D. ¿Pero no es necesario comprender
Su naturaleza antes de que uno se entregue?
M. Si cree que Dios hará por usted
todas las cosas que usted quiere que Él haga, entonces entréguese a Él. En caso
contrario, deje a Dios en paz, y conózcase a usted mismo.
D. ¿Tiene Dios o el Gurú alguna solicitud por mí?
M. Si usted busca a uno u otro
—ellos no son realmente dos, sino uno e idéntico— tenga la certeza de que ellos
están buscándole con una solicitud más grande de lo que nunca pueda imaginar.
D. Jesús dio la parábola de la
moneda perdida, en la que la mujer la busca hasta que la encuentra.
M. Sí, eso representa adecuadamente
la verdad de que Dios o el Gurú está
siempre en busca del buscador sincero. Si la moneda hubiera sido una pieza
inútil, la mujer no habría hecho esa larga búsqueda. ¿Ve usted lo que
significa? El buscador debe cualificarse a sí mismo a través de la devoción,
etc.
D. Pero uno no puede estar
completamente seguro de la Gracia de Dios.
M. Si la mente inmadura no siente
Su Gracia, eso no significa que la Gracia de Dios esté ausente, puesto que ello
implicaría que Dios a veces no es gracioso, es decir, que a veces cesa de ser
Dios.
D. ¿Es eso lo mismo que la palabra
de Cristo , «Según sea tu fe, así te será hecho»?
M. Completamente así.
D. Las Upanishads dicen, así se me
ha enseñado, que solo conoce al Atman aquel
a quien el Atman elige. ¿Por qué debe
el Atman elegir en absoluto? Y si elige,
¿por qué debe ser alguna persona en particular?
M. Cuando el sol sale, solo
florecen algunos capullos, no todos. ¿Culpa usted al sol por eso? El capullo
tampoco puede florecer por sí mismo; requiere la luz del sol para hacerlo.
D. ¿No podemos decir que la ayuda
del Atman es necesaria porque es el Atman el que tiende sobre sí mismo el
velo de maya?
M. Usted puede decirlo así.
D. Si el Atman ha tendido el velo sobre sí mismo, ¿no debe eliminar él mismo
el velo?
M. Así lo hará. Vea para quién es
el velo.
D. ¿Por qué debo hacerlo? ¡Que el Atman mismo elimine el velo!
M. Si el Atman habla sobre el velo, entonces el Atman mismo lo eliminará.
D. ¿Es Dios personal?
M. Sí, Él es siempre la primera
persona, el yo, siempre antes de usted. Debido a que usted da precedencia a las
cosas mundanas, Dios parece haber recedido al trasfondo. Si usted abandona todo
lo demás y Le busca sólo a Él, solo Él permanecerá como el yo, el Sí mismo.
D. Según el Advaita, el estado final de la Realización se dice que es la
absoluta Unión con lo Divino, y según el Visishtadvaita
la Unión cualificada, mientras que el Dvaita
mantiene que no hay ninguna Unión en absoluto. ¿Cuál de éstos debe ser
considerado el punto de vista correcto?
M. ¿Por qué especular sobre lo que
acontecerá alguna vez en el futuro? Todos estamos de acuerdo en que «yo»
existo. Sea cual sea la escuela de pensamiento a la que pertenezca, que el
buscador sincero encuentre lo que es el «yo». Entonces habrá tiempo suficiente
para saber cuál será el Estado final, a saber, si el «yo» se sumergirá en el
Ser Supremo o si permanecerá aparte de Él. No anticipemos la conclusión, pero
mantengamos una mente abierta.
D. ¿Pero no será alguna comprensión
del Estado final una guía útil para el aspirante?
M. No sirve a ningún propósito intentar
decidir ahora cuál será el Estado de Realización final. Ello no tiene ningún
valor intrínseco.
D. ¿Por qué es eso así?
M. Debido a que usted procede en
base a un principio erróneo. Su verificación tiene que depender del intelecto
que brilla solo por la luz que deriva del Sí mismo. ¿No es presuntuoso por
parte del intelecto sentarse a juzgar sobre eso de lo cual él mismo no es más
que una manifestación limitada, y de lo cual deriva su pequeña luz?
¿Cómo
puede el intelecto, que no puede alcanzar nunca el Sí mismo, ser competente
para verificar, y mucho menos para decidir la naturaleza del Estado de Realización
final? Es como intentar medir la luz del sol en su fuente por el patrón de la
luz dada por una vela. La cera se fundirá antes de que la vela llegue a ninguna
parte cerca del sol.
En
lugar de caer en meras especulaciones, dedíquese aquí y ahora a la búsqueda de
la Verdad que está siempre dentro de usted.
III
EL JNANI Y EL MUNDO
D. ¿Es el mundo percibido por el Jnani?
M. ¿De quién es la pregunta? ¿Es de
un Jnani o de un ajnani?
D. De un ajnani, lo admito.
M. ¿Es el mundo el que busca
decidir la cuestión de su realidad? La duda surge en usted. Conozca primero
quién es el dudador, y entonces usted puede considerar si el mundo es real o
no.
D. El ajnani ve y conoce el mundo y sus objetos, que afectan a sus
sentidos del tacto, del gusto, etc. ¿Experimenta el Jnani el mundo de la misma manera?
M. Usted habla de ver y conocer el
mundo. Pero sin conocerse a usted mismo, el sujeto que conoce (sin el cual no
hay ningún conocimiento del objeto), ¿cómo puede usted conocer la verdadera
naturaleza del mundo, el objeto conocido? No hay duda, los objetos afectan al
cuerpo y a los órganos de los sentidos, pero ¿es a su cuerpo al que le surge la
pregunta? ¿Acaso dice el cuerpo «yo siento el objeto, el objeto es real»? ¿O
acaso es el mundo el que le dice a usted, «yo, el mundo, soy real»?
D. Yo solo estoy intentando
comprender el punto de vista del Jnani
sobre el mundo. ¿Es percibido el mundo después de la realización del Sí mismo?
M. ¿Por qué se preocupa usted por
el mundo y lo que le acontece después de la realización del Sí mismo? Primero
realice el Sí mismo. ¡Qué importa si el mundo es percibido o no! ¿Gana usted
algo que le ayude en su búsqueda por la no-percepción del mundo durante el
sueño profundo? Inversamente, ¿qué pierde usted ahora por la percepción del
mundo? Es completamente indiferente para el Jnani
o el ajnani si percibe el mundo o
no. El mundo es visto por ambos, pero sus puntos de vista difieren.
D. Si el Jnani y el ajnani
perciben el mundo de la misma manera, ¿dónde está la diferencia entre ellos?
M. Viendo el mundo, el Jnani ve el Sí mismo que es el Sustrato
de todo lo que se ve; el ajnani, ya
sea que vea el mundo o que no lo vea, es ignorante de su verdadero Ser, el Sí
mismo.
Tome
el ejemplo de las imágenes que se mueven en la pantalla de cine. ¿Qué hay ahí
enfrente de usted antes de que comience la proyección? Meramente la pantalla.
En esa pantalla usted ve el espectáculo entero, y bajo todas las apariencias
las imágenes son reales. Pero vaya y trate de agarrarlas. ¿Qué agarra usted?
Meramente la pantalla en la que las imágenes aparecen tan reales. Después del
espectáculo, cuando las imágenes desaparecen, ¿qué queda? ¡La pantalla de
nuevo!
Así
es con el Sí mismo. Solo Eso existe; las imágenes vienen y van. Si se adhiere
al Sí mismo, usted no será engañado por la apariencia de las imágenes. No
importa en absoluto si todas las imágenes aparecen o desaparecen. Ignorando al
Sí mismo, el ajnani piensa que el
mundo es real, lo mismo que, ignorando la pantalla, él ve meramente las
imágenes, como si ellas existieran aparte de la pantalla. Si uno sabe que sin
el Veedor no hay nada que se vea, lo mismo que no hay ninguna imagen sin la
pantalla, uno no es engañado. El Jnani
sabe que la pantalla, las imágenes y la visión de todo ello son solo el Sí
mismo. Con las imágenes el Sí mismo es en su forma manifiesta; sin las imágenes
Él permanece en la forma inmanifiesta. Para el Jnani es completamente indiferente si el Sí mismo está en una forma
o la otra. Él es siempre el Sí mismo. Pero el ajnani, al ver al Jnani
activo, se confunde.
D. Es justo ese punto el que me
incitó a hacer mi primera pregunta, de si el que ha realizado el Sí mismo
percibe el mundo como nosotros lo hacemos, y si él lo hace, me gustaría saber
qué siente Sri Bhagavan sobre la misteriosa desaparición de la foto ayer…
M. (Sonriendo). Usted se está
refiriendo a la foto del templo de Madura. Unos pocos minutos antes había
estado pasando por las manos de los visitantes, que la miraban por turnos.
Evidentemente, se traspapeló entre las páginas de un libro u otro de los que
estaban consultando.
D. Sí, fue ese incidente. ¿Cómo lo
ve Bhagavan? Había una ansiosa búsqueda de la foto que, finalmente, no pudo
encontrarse. ¿Cómo ve Bhagavan la misteriosa desaparición de la foto, justo en
el momento en que se quería?
M. Suponga que usted sueña que me
está llevando a su lejano país, Polonia. Entonces se despierta y me pregunta,
«He soñado esto y esto. ¿Ha tenido usted también algún sueño como éste o supo
de alguna otra manera que yo le estaba llevando a Polonia?» ¿Qué significado
dará usted a una encuesta como ésta?
D. Pero, en lo que concierne a la
foto perdida, todo el incidente tuvo lugar enfrente de Sri Bhagavan.
M. La visión de la foto, su
desaparición, así como su presente encuesta, son todas meras operaciones de la
mente.
Hay
una historia puránica que ilustra el punto. Cuando Sita se perdió de la ermita
del bosque, Rama fue en busca de ella, sollozando «¡Oh Sita, Sita!» Se dice que
Parvati y Parameswara vieron desde arriba lo que estaba teniendo lugar en el
bosque. Parvati expreso su sorpresa a Siva y dijo «Tú alababas a Rama como el
Ser Perfecto. ¡Ve como se comporta y se lamenta por la perdida de Sita!» Siva
replico «Si tú eres escéptica sobre la Perfección de Rama, entonces ponle a
prueba tú misma. Por medio de tu yoga-maya
transfórmate en la apariencia de Sita y aparece ante él». Parvati así lo
hizo. Ella apareció ante Rama en la misma apariencia de Sita, pero, para su
asombro, Rama ignoró su presencia y siguió como antes, gritando «¡Oh Sita, oh
Sita!» como si estuviera ciego.
D. Soy incapaz de entender la
moraleja de la historia.
M. Si Rama hubiera estado buscando
realmente a la presencia corporal de Sita, habría reconocido la persona que
estaba frente a él como la Sita que había perdido. Pero no, la Sita perdida era
tan irreal como la Sita que había aparecido ante sus ojos. Rama no estaba
realmente ciego; pero para Rama, el Jnani,
el ser anterior de Sita en la cabaña, su desaparición, su consiguiente búsqueda
de ella, así como la presencia actual de Parvati en la apariencia de Sita, eran
todos igualmente irreales. ¿Comprende usted ahora cómo se vio la desaparición
de la foto?
D. No puedo decir que esté todo
claro para mí. ¿Es el mundo que es visto, sentido y percibido por nosotros de
tantas maneras algo como un sueño, una ilusión?
M. Si usted está buscando la Verdad
y solo la Verdad, no hay ninguna alternativa para usted excepto aceptar el
mundo como irreal.
D. ¿Por qué es eso así?
M. Por la simple razón de que a
menos que usted abandone la idea de que el mundo es real, su mente irá siempre
tras él. Si usted toma la apariencia como real, no conocerá nunca lo Real
mismo, aunque lo que existe es solo lo Real. Este punto es ilustrado por la
analogía de «la serpiente en la cuerda». Mientras usted vea la serpiente, no
puede ver la cuerda como tal. La serpiente no-existente deviene real para usted,
mientras que la cuerda real parece completamente no-existente como tal.
D. Es fácil de aceptar
intencionalmente que, finalmente, el mundo no es real, pero es difícil tener la
convicción de que es verdaderamente irreal.
M. Igualmente es real su mundo de
sueño mientras usted está soñando. Mientras dura el sueño, todo lo que usted
ve, siente, etc., en él es real.
D. ¿No es entonces el mundo nada
mejor que un sueño?
D. ¿Qué hay de malo en el sentido
de realidad que usted tiene mientras está soñando? Usted puede estar soñando
algo completamente imposible, por ejemplo, tener una charla feliz con una
persona muerta. Pero por un momento usted puede dudar en el sueño diciéndose a
usted mismo, «¿No estaba él muerto?», pero de alguna manera su mente se
reconcilia con la visión del sueño, y la persona es como si estuviera viva para
los propósitos del sueño. En otras palabras, el sueño como un sueño no le
permite a usted dudar de su realidad. De la misma manera, usted es incapaz de
dudar de la realidad del mundo en su experiencia de vigilia. ¿Cómo puede la
mente, que ha creado ella misma el mundo, aceptar que es irreal? Esa es la significación
de la comparación hecha entre el mundo de la experiencia de la vigilia y el
mundo del sueño. Ambos son solo creaciones de la mente y mientras la mente está
absorbida en cualquiera de ellos, se encuentra a sí misma incapaz de negar la
realidad del mundo del sueño mientras sueña, y del mundo de la vigilia mientras
está despierta. Si, por el contrario, usted retira su mente completamente del
mundo y la vuelve dentro y permanece así, es decir, si usted se mantiene
despierto siempre al Sí mismo, que es el Sustrato de toda experiencia, entonces
encontrará el mundo, del cual solo usted es consciente ahora, tan irreal como
el mundo en el que usted vivía en su sueño.
D. Como dije antes, nosotros vemos,
sentimos y percibimos el mundo de muchas formas. Estas sensaciones son las
reacciones a los objetos vistos, sentidos, etc. y no son creaciones mentales
como en los sueños, que difieren no solo de persona a persona sino también con
respecto a la misma persona. ¿No es eso suficiente para probar la realidad
objetiva del mundo?
M. Toda esta charla sobre
inconsistencias y su atribución al mundo del sueño surge solo ahora, cuando
usted está despierto. Mientras usted está durmiendo, el sueño era un todo
perfectamente integrado. Es decir, si usted sintió sed en un sueño, la bebida
ilusoria de agua ilusoria aplacó su sed ilusoria. Pero todo esto era real y no
ilusorio para usted mientras no sabía que el sueño mismo era ilusorio.
Similarmente con el mundo de la vigilia; las sensaciones que usted tiene ahora,
se coordinan para darle a usted la impresión de que el mundo es real.
Si,
por el contrario, el mundo es una realidad auto-existente (eso es lo que usted
entiende evidentemente por su objetividad), ¿qué impide que el mundo se revele
a usted en el sueño profundo? Usted no dice que usted no ha existido en su
sueño profundo.
D. Tampoco niego la existencia del
mundo mientras estoy dormido. Él ha estado existiendo todo el rato. Si durante
mi sueño profundo yo no lo veía, otros que no estaban durmiendo lo veían.
M. Para decir que usted existía en
su sueño profundo, ¿es necesario hacer llamada a la evidencia de otros para que
se lo prueben a usted? ¿Por qué busca usted su evidencia ahora? Esos «otros»
pueden decirle que han visto el mundo (durante su sueño profundo ) solo cuando
usted mismo está despierto. Con respecto a su propia existencia es diferente.
Al despertarse usted dice que ha tenido un buen sueño, de modo que, en esa
misma medida, usted es consciente de usted mismo en el sueño más profundo,
mientras que usted no tiene la más mínima noción de la existencia del mundo
entonces. Incluso ahora, mientras usted está despierto, ¿es el mundo el que
dice «yo soy real», o es usted?
D. Por supuesto, yo lo digo, pero también lo digo del mundo.
M. Bien, entonces, ese mundo, que
usted dice que es real, está realmente mofándose de usted, por buscar probar su
realidad mientras usted es ignorante de su propia Realidad.
Usted
quiere mantener de una manera u otra que el mundo es real. ¿Cuál es el patrón
de la Realidad? Solo es Real eso que existe por sí mismo, que se revela a sí
mismo por sí mismo y que es eterno y sin cambio.
¿Existe
el mundo por sí mismo? ¿Ha sido visto nunca sin la ayuda de la mente? En el
sueño profundo no hay ni mente ni mundo. Al despertar hay mente y hay mundo.
¿Qué significa esta concomitancia invariable? Usted está familiarizado con los
principios de la lógica inductiva, que son considerados las bases mismas de la
investigación científica. ¿Por qué no resuelve usted esta cuestión de la
realidad del mundo a la luz de esos principios aceptados de la lógica?
De
usted mismo, usted puede decir «yo existo». Es decir, la suya no es mera existencia,
es Existencia de la cual usted es consciente. En realidad, es Existencia
idéntica a Consciencia.
D. El mundo puede no ser consciente
de sí mismo, y sin embargo existe.
M. La Consciencia es siempre
Auto-consciente. Si usted es consciente de algo, usted es esencialmente
consciente de usted mismo. La existencia no consciente de sí misma es una
contradicción en los términos. No es existencia en absoluto. Es meramente
existencia atribuida, mientras la verdadera Existencia, el Sat, no es un atributo, es la Sustancia misma. Es el Vastu. Por consiguiente, la Realidad es
conocida como Sat-Chit, Ser-Consciencia,
y nunca meramente como uno a exclusión del otro. El mundo ni existe por sí
mismo, ni es consciente de su existencia. ¿Cómo puedes decir usted que un mundo
tal es real?
¿Y
cual es la naturaleza del mundo? Es cambio perpetuo, un flujo continuo e interminable.
Un mundo dependiente, no consciente de sí mismo y siempre cambiante no puede
ser real.
D. No solo la ciencia empírica
occidental considera real al mundo, sino que los Vedas, etc., dan elaboradas descripciones cosmológicas del mundo y
de su origen. ¿Por qué deberían hacerlo si el mundo es irreal?
M. El propósito principal de los Vedas, etc., es enseñarle a usted la
naturaleza del Atman imperecedero, y
declarar con autoridad «Tú eres Eso».
D. Lo acepto. Pero ¿por qué deben
dar descripciones cosmológicas desarrolladas con gran detalle, a menos que
consideren real el mundo?
M. Adopte en la práctica lo que
usted acepte en teoría, y deje el resto. Los Sastras tienen que guiar a todos los tipos de buscador de la
Verdad, y todos ellos no son de la misma disposición mental. Lo que usted no
puede aceptar, trátelo como artha-vada
o argumento auxiliar.
IV
EL CORAZÓN ES EL SÍ MISMO
D. Sri Bhagavan habla del Corazón
como la sede de la Consciencia y como idéntico al Sí mismo. ¿Qué significa el
Corazón exactamente?
M. La pregunta sobre el Corazón
surge debido a que usted está interesado en buscar la Fuente de la consciencia.
Para todas las mentes de pensamiento profundo, la indagación sobre el «yo» y su
naturaleza tiene una fascinación irresistible.
Llámelo por cualquier nombre, Dios, Sí mismo, el Corazón o la Sede de
la Consciencia, es todo lo mismo. El punto que hay que comprender es éste, que
CORAZÓN significa el Núcleo mismo del ser de uno, el Centro, sin el cual no hay
nada.
D. Pero Sri Bhagavan ha especificado
un lugar particular para el Corazón dentro del cuerpo físico, que está en el
pecho, dos dedos a la derecha del medio.
M. Sí, ese es el Centro de la
experiencia espiritual según el testimonio de los Sabios. El Corazón-centro
espiritual es completamente diferente del órgano muscular que propulsa la
sangre conocido por el mismo nombre. El Corazón-centro espiritual no es un
órgano del cuerpo. Todo lo que puede decir del Corazón es que es el Núcleo
mismo de su ser, eso con lo que usted es realmente idéntico (como la palabra en
sánscrito significa literalmente), ya sea que usted esté despierto, dormido o soñando,
o ya sea que usted esté ocupado en el trabajo o inmerso en Samadhi.
D. En ese caso, ¿cómo puede ser
localizado en una parte del cuerpo? Fijar un lugar para el Corazón implicaría
establecer limitaciones psicológicas a Eso que es más allá del espacio y del
tiempo.
M. Eso es correcto. Pero la persona
que hace la pregunta sobre la posición del Corazón, se considera a sí mismo
como existiendo con o en el cuerpo. Al hacer la pregunta ahora, ¿diría usted
que solo su cuerpo está aquí pero que usted está hablando desde alguna otra
parte? No, usted acepta su existencia corporal. Es desde este punto de vista
como llega a hacerse cualquier referencia a un cuerpo físico.
Hablando verdaderamente, la pura Consciencia es indivisible, es sin
partes. Ella no tiene ninguna forma ni ninguna figura, ningún «dentro» ni
ningún «fuera». Para ella no hay ninguna «derecha» ni ninguna «izquierda». La
pura Consciencia, que es el Corazón, incluye todo; y nada es fuera o aparte de
ella. Eso es la Verdad última.
Desde este punto de vista absoluto, el Corazón, el Sí mismo o la
Consciencia no puede tener ningún lugar particular asignado en el cuerpo
físico. ¿Cuál es la razón? El cuerpo es él mismo una mera proyección de la
mente, y la mente es solo un pobre reflejo del Corazón radiante. ¿Cómo puede
Eso, en lo que está contenido todo, estar confinado ello mismo, como una
minúscula parte, dentro del cuerpo físico, que es solo una manifestación
fenoménica e infinitesimal de la única Realidad?
Pero las gentes no comprenden esto. No pueden evitar pensar en los
términos del cuerpo físico y el mundo. Por ejemplo, usted dice «yo he venido a
este Asramam haciendo todo el camino desde mi país más allá de los Himalayas».
Pero eso no es la verdad. ¿Donde hay un «venir» o un «ir», o cualquier
movimiento que sea, para el único Espíritu omnipenetrante que usted es
realmente? Usted está donde usted ha estado siempre. Es su cuerpo el
que se movía o era transportado de un lugar a otro hasta que llegó a este
Asramam. Esto es la simple verdad, pero para una persona que se considera a sí
mismo un sujeto que vive en un mundo objetivo, esto parece algo completamente
visionario.
Al descender al nivel de la comprensión ordinaria es cuando se asigna
un lugar al Corazón en el cuerpo físico.
D. ¿Cómo debo comprender entonces
la afirmación de Sri Bhagavan de que la experiencia
del centro-Corazón es en ese lugar particular del pecho?
M. Una vez que usted acepte que,
desde el punto de vista verdadero y absoluto, el Corazón como pura Consciencia
está más allá del espacio y el tiempo, será fácil para usted comprender el
resto en su perspectiva correcta.
D. Es solo sobre esa base como he
hecho la pregunta sobre la posición del Corazón. Estoy preguntando sobre la
experiencia de Sri Bhagavan.
M. La pura Consciencia, enteramente
desconectada del cuerpo físico y que trasciende la mente, es una cuestión de
experiencia directa. Los sabios conocen su Existencia eterna y sin cuerpo como
los legos conocen su existencia corporal. Pero la experiencia de la Consciencia
puede ser con consciencia corporal tanto como sin ella. En la experiencia sin
cuerpo de la pura Consciencia, el Sabio está más allá del tiempo y el espacio,
y entonces no puede surgir en absoluto ninguna pregunta sobre la posición del
Corazón.
Sin embargo, puesto que el cuerpo físico no puede subsistir (con vida)
aparte de la Consciencia, la consciencia corporal tiene que ser sostenida por
la pura Consciencia. La consciencia corporal, por su naturaleza, es limitada y
no puede ser nunca coextensiva con la pura Consciencia, que es infinita y
eterna. La consciencia del cuerpo es meramente como una mónada, como un reflejo
en miniatura de la pura Consciencia con la que el Sabio ha realizado su
identidad. Por consiguiente, para él, la consciencia del cuerpo es solo un rayo
reflejado, por así decir, de la Consciencia infinita y auto-efulgente que es él
mismo. Es solo en este sentido como el Sabio es consciente de su existencia corporal.
Puesto que, durante la experiencia sin cuerpo del Corazón como pura
Consciencia, el Sabio no es consciente del cuerpo, esa experiencia absoluta es
localizada por él dentro de los limites del cuerpo físico por una suerte de
sensación de recordación hecha mientras él está con consciencia corporal.
D. Para hombres como yo, que no
tienen ni la experiencia directa del Corazón ni la consecuente recordación, la
cuestión parece un poco difícil de aprehender. Sobre la posición del Corazón
mismo, quizás debamos depender de algún tipo de conjetura.
M. Si la determinación de la
posición del Corazón debe depender de una conjetura, incluso en el caso de los
legos, la cuestión no merece ciertamente mucha consideración. No, no es de una
conjetura de lo que usted tiene que depender; se trata de una intuición
infalible.
D. ¿Para quién es la intuición?
M. Para uno y para todos.
D. ¿Me acredita Sri Bhagavan con un
conocimiento intuitivo del Corazón?
M. No, no del Corazón, sino de la
posición del Corazón en relación a su identidad.
D. ¿Dice Sri Bhagavan que yo
conozco intuitivamente la posición del Corazón en el cuerpo físico?
M. ¿Por qué no?
D. (Señalándose a sí mismo) ¿Es a mí personalmente a quien Sri Bhagavan se
está refiriendo?
M. Sí. ¡Esa es la intuición! ¿Cómo
acaba de referirse a usted mismo por el gesto justo ahora? ¿No puso usted su
dedo en el lado derecho del pecho? Ese es exactamente el lugar del
centro-Corazón.
D. Así pues, en la ausencia del
conocimiento directo del centro-Corazón, ¿tengo que depender de esta intuición?
M. ¿Qué hay de malo en ello? Cuando
un muchacho de escuela dice «Soy yo quien ha hecho la suma correctamente», o
cuando le dice a usted «Correré y traeré el libro para usted», ¿señala él a la
cabeza que hizo la suma correctamente, o a las piernas que le llevarán
rápidamente para traerle a usted el libro? No, en ambos casos, su dedo señala
de manera completamente natural hacia el lado derecho del pecho, dando así una
expresión inocente a la profunda verdad de que la Fuente de la «yo»-idad en él está
ahí. Es una intuición infalible que
le hace referirse a sí mismo, al Corazón que es el Sí mismo, de esa manera. El
acto es completamente involuntario y universal, es decir, es el mismo en el
caso de todos los individuos.
¿Qué prueba más contundente que ésta requiere usted sobre la posición
del centro-Corazón en el cuerpo físico?
V
EL LUGAR DEL CORAZÓN
D. Pero yo he oído dicho por un
Santo que su experiencia espiritual se siente en el lugar entre las cejas.
M. Como he dicho previamente, esa
es la Realización perfecta y última que trasciende la relación sujeto-objeto.
Cuando se obtiene eso, no importa dónde se sienta la experiencia espiritual.
D. Pero la pregunta es cuál de los
dos es el punto de vista correcto, a saber, (1) que el centro de la experiencia
espiritual es el lugar entre las cejas, (2) que es el Corazón.
M. Para propósitos de la práctica,
usted puede concentrarte entre las cejas; sería entonces bhavana o contemplación imaginativa de la mente; mientras que el
estado supremo de Anubhava o Realización,
con el que usted deviene completamente identificado y en el que su
individualidad se disuelve completamente, trasciende la mente. Entonces, no
puede haber ningún centro objetivado que sea experimentado por usted como un sujeto
distinto y separado de él.
D. Me gustaría hacer mi pregunta
con palabras ligeramente diferentes. ¿Puede decirse que el lugar entre las
cejas es la sede del Sí mismo?
M. Usted acepta que el Sí mismo es
la Fuente última de la consciencia y que subsiste igualmente durante todos los
tres estados de la mente. Pero vea lo que acontece cuando una persona en
meditación es vencida por el sueño. Como primer síntoma del sueño su cabeza
comienza a inclinarse, lo cual no puede acontecer de ningún modo si el Sí mismo
estuviera situado entre las cejas o en algún otro lugar en la cabeza.
Si durante el sueño profundo la experiencia del Sí mismo no es sentida
entre las cejas, ese centro no puede ser llamado su sede sin implicar que el Sí
mismo abandona a menudo su propio lugar, lo cual es absurdo.
El hecho es que el sadhaka puede
tener su experiencia en cualquier centro o chakra
en el que concentre su mente. Pero, por esa razón, ese lugar particular de su experiencia no deviene ipso facto la sede del Sí mismo. Hay una
historia interesante sobre Kamal, el hijo del Santo Kabir, que sirve como una
ilustración para mostrar que la cabeza (y con mayor razón el lugar entre las
cejas) no puede ser considerada la sede del Sí mismo.
Kabir era intensamente devoto de Sri Rama, y él nunca dejaba de
alimentar a aquellos que cantaban la alabanza del Señor de su devoción. Sin
embargo, en una ocasión aconteció que no tenía el dinero para proporcionar
alimento a una tal reunión de devotos. Para él, en cualquier caso, no podía
haber ninguna alternativa excepto que de una manera u otra debía hacer todos
los arreglos necesarios antes de la mañana siguiente. Así pues, él mismo y su
hijo se pusieron en camino por la noche para asegurar las provisiones
requeridas.
La historia dice que después de que el padre y el hijo hubieron sacado
las provisiones de la casa de un mercader a través de un agujero que hicieron
en la pared, el hijo entró otra vez para despertar a la familia y decirles,
como una cuestión de principio, que su casa había sido robada. Cuando, habiendo
despertado a la familia, el muchacho intentó escapar a través del agujero y
unirse con su padre en el otro lado, su cuerpo produjo un sonido en la
abertura. Para evitar ser identificado por la familia que le perseguía (porque,
si era detectado, no habría ningún alimento para todos los devotos al día
siguiente), llamó a su padre y le dijo que cortase su cabeza y la llevase con
él. Hecho eso, Kabir escapo con las provisiones robadas y la cabeza del hijo,
la cual, al llegar a casa, fue ocultada de la posible detección. Al día
siguiente día Kabir dio un festín a los Bhaktas,
completamente olvidado de lo que había acontecido la noche anterior. «¡Si es la
Voluntad de Rama», se dijo Kabir para sí mismo, «que mi hijo muriera, que así
sea»! Por la tarde, Kabir salió con la asamblea de devotos como es habitual en
procesión a la ciudad con bhajana,
etc.
Mientras tanto, la familia robada contó todo al rey, mostrando el
cuerpo decapitado de Kamal, que no les dio ninguna pista. Para asegurar su
identificación, el rey puso el cuerpo prominentemente elevado en el camino para
que quienquiera que lo reclamara o lo tomara (puesto que, ningún cuerpo muerto
es abandonado sin que le sean dados los últimos ritos por parientes y amigos)
pudiera ser interrogado o arrestado por la policía que estaba apostada
secretamente con ese propósito.
Kabir y su asamblea llegaron por el camino con los bhajana en plena efervescencia, cuando,
para el asombro de todos, el cuerpo truncado de Kamal (que era considerado
muerto como el llamador de una puerta) comenzó a palmear sus manos marcando el
ritmo del canto cantado por la asamblea de bhajana.
La historia desmiente la sugerencia de que la cabeza o el lugar entre
las cejas es la sede del Sí mismo. También puede notarse que cuando en el campo
de batalla la cabeza de un soldado en acción es separada del cuerpo por un
repentino y poderoso golpe de la espada, el cuerpo continua corriendo o
moviendo sus miembros como en un remedo de lucha, por algún tiempo, antes de
caer finalmente muerto.
D. ¿Pero el cuerpo de Kamal fue
matado horas antes?
M. Lo que usted llama muerte no es
en realidad ninguna experiencia extraordinaria para Kamal. He aquí la historia
de lo que había acontecido cuando él era todavía más joven.
Cuando era un muchacho Kamal tenia un amigo de igual edad con quien
solía jugar a juegos de canicas, etc. Una regla general que observaban entre
ellos, era que si uno de ellos debía al otro un juego o dos, él mismo debía ser
resarcido al día siguiente. Una tarde partieron con un juego en el debe de
Kamal. Al día siguiente, para reclamar «la revancha», Kamal fue a la casa del
muchacho, donde vio al muchacho tendido en el porche, mientras sus familiares
estaban llorando junto a él.
«¿Qué pasa?» les pregunto Kamal, «él jugo conmigo la tarde de ayer y
me debe un juego». Los familiares lloraban todos mucho al decir que el muchacho
estaba muerto. «No», dijo Kamal, «él no está muerto, sino simplemente finge
estarlo, solo para evitar la revancha del juego que me debe». Los familiares
protestaron, pidiendo a Kamal que viera por él mismo que el muchacho estaba
realmente muerto, que el cuerpo estaba frío y rígido. «Pero todo esto es un
mero fingimiento del muchacho, yo lo sé; ¿qué si el cuerpo está duro y frío? Yo
también puedo devenir así». Diciendo esto, Kamal mismo se tumbó, y en un abrir
y cerrar de ojos estaba muerto.
Los pobres familiares, que estaban llorando hasta entonces por la
muerte de su propio muchacho, se consternaron y desmayaron, y comenzaron a
llorar ahora la muerte de Kamal también. Pero Kamal se levantó sobre su
espalda, declarando «¿Lo veis ahora? Yo estaba, como vosotros diríais, muerto,
pero me he levantado de nuevo, vivo y pataleando. Así es como él quiere
engañarme, pero no puede eludirme así con sus simulaciones».
Finalmente, prosigue la historia, la inherente santidad de Kamal dio
vida al muchacho muerto, y Kamal obtuvo el juego que se le debía. La moraleja
es que la muerte del cuerpo no es la extinción del Sí mismo. Su relación con el
cuerpo no está limitada por el nacimiento y la muerte, y su lugar en el cuerpo
físico no está circunscrito por la experiencia de uno sentida en un lugar
particular, como, por ejemplo, entre las cejas, debido a la práctica de dhyana hecha en ese centro. El supremo
Estado de la Auto-consciencia no está ausente nunca; trasciende los tres estados
de la mente, así como la vida y la muerte.
D. Puesto que Sri Bhagavan dice que
el Sí mismo puede funcionar en cualquiera de los centros o chakras aunque su sede está en el Corazón, ¿no es posible que por
la práctica de una concentración o dhyana
intensa entre las cejas este centro pueda devenir él mismo la sede del Sí
mismo?
M. Mientras sea meramente la etapa
de la práctica de la concentración fijando un lugar donde controlar su
atención, cualquier consideración sobre la sede del Sí mismo sería meramente
una teorización. Usted se considera a usted mismo como el sujeto, el veedor, y
el lugar donde usted fija su atención deviene el objeto visto. Esto es
meramente bhavana. Cuando, por el
contrario, usted ve al Veedor mismo, usted se sumerge en el Sí mismo, deviene
uno con él; eso es el Corazón.
D. ¿Es recomendable entonces la
práctica de la concentración entre las cejas?
M. El resultado final de la
práctica de cualquier tipo de dhyana es
que el objeto en el que el sadhaka
fija su mente, cesa de existir como distinto y separado del sujeto. Ellos (el
sujeto y el objeto) devienen el único Sí mismo, y eso es el Corazón.
La práctica de la concentración en el centro entre las cejas es uno de
los métodos de sadhana, y con el
tiempo los pensamientos son efectivamente controlados de esta manera. La razón
es ésta. Todo pensamiento es una actividad extrovertida de la mente; y el
pensamiento sigue a la «vista» —física o mental.
Sin embargo, debe apuntarse que esta sadhana de fijar la atención de uno entre las cejas deber ser
acompañada por japa. Porque lo
siguiente en importancia al ojo físico es
el oído físico, ambos para controlar o distraer a la mente. Lo siguiente en
importancia al ojo de la mente (es
decir, la visualización mental del objeto) es el oído de la mente (es decir, la articulación mental del habla),
ambos para controlar y así fortalecer la mente, o para distraer y así
disiparla.
Por consiguiente, mientras fija el ojo de la mente en un centro, como
por ejemplo entre las cejas, usted debe practicar también la articulación
mental de un Nama (Nombre) o Mantra (Sílaba o Sílabas sagradas). De
otro modo, usted perderá pronto su atención sobre el objeto de concentración.
La Sadhana, como se describe
arriba, lleva a la identificación del Nombre, la Palabra o el Sí mismo —como
quiera que usted lo llame—, con el centro seleccionado para los propósitos de dhyana. La pura Consciencia, el Sí mismo
o el Corazón es la Realización final.
D. ¿Por qué Sri Bhagavan no nos
dirige a practicar la concentración en algún centro de chakra particular?
M. Los Yoga Sastras dicen que el sahasrara o el cerebro es la sede del Sí
mismo. El Purusha Sukta declara que el Corazón es su sede. A fin de capacitar
al sadhaka para que evite toda
posible duda, yo le digo que tome el «hilo» o la llave de la «yo»-idad o
«yo-soidad» y que lo siga hasta su Fuente. Porque, en primer lugar, es
imposible que alguien mantenga alguna duda sobre su noción de «yo»; en segundo
lugar, cualquiera que sea la sadhana adoptada,
la meta final es la realización de la Fuente de la «yo-soidad», que es el dato
primordial de su experiencia.
Por consiguiente, si usted practica Atma-vichara, alcanzará el Corazón que es el Sí mismo.
VI
AHAM Y AHAM-VRITTI
D. ¿Cómo puede una indagación
iniciada por el ego revelar su propia irrealidad?
M. La existencia fenoménica del ego
es trascendida cuando usted se sumerge en la Fuente de donde surge el Aham-vritti.
D. ¿Pero no es el Aham-vritti solo una de las tres formas
en las que el ego se manifiesta? El Yoga Vasishtha y otros textos antiguos
describen el ego como teniendo una forma triple.
M. Así es. El ego es descrito como
teniendo tres cuerpos, el grosero, el sutil y el causal, pero eso es solo para
los propósitos de la exposición analítica. Si el método de indagación tuviera
que depender de la forma del ego, usted puede dar por hecho que toda indagación
devendría completamente imposible, porque las formas que el ego puede asumir
son legión. Por lo tanto, para los propósitos de Jnana-vichara, usted tiene que proceder sobre la base de que el ego
solo tiene una forma, a saber, la de Aham-vritti.
D. Pero eso puede resultar
inadecuado para realizar Jnana.
M. La Auto-indagación siguiendo la
pista de Aham-vritti, es como el
perro que sigue la pista de su dueño por su olor. El dueño puede estar en algún
lugar distante y desconocido, pero eso no impide en absoluto que el perro siga
el rastro. El olor del dueño es una pista infalible para el animal, y nada más
cuenta, tal como el vestido que lleva puesto, o su constitución y estatura,
etc. El perro se aferra a ese olor sin distracción mientras le busca, y,
finalmente, logra encontrarle.
Igualmente, en su búsqueda del Sí mismo, la única pista infalible es
el Aham-vritti, la «yo-soi»-dad que
es el dato primordial de su experiencia. Ninguna otra pista puede llevarle
directamente a la realización del Sí mismo.
D. Todavía queda la pregunta de por
qué la búsqueda de la Fuente de Aham-vritti,
en tanto que se distingue de otros vrittis,
debe ser considerada el medio directo a la realización del Sí mismo.
M. La palabra «Aham» es ella misma muy sugerente. Las dos letras de la palabra, a
saber, A y HA, son la primera y la última letras del alfabeto sánscrito. La
sugestión que se intenta transmitir por la palabra es que ella comprende todo. ¿Cómo?
Porque Aham significa la existencia
misma.
Aunque al concepto de «yo»-idad o «yo-soy»-dad se le conoce por el uso
como Aham-vritti, no es realmente un vritti como los otros vrittis de la mente. Porque, a
diferencia de los otros vrittis que
no tienen interrelación esencial, el Aham-vritti
está igual y esencialmente relacionado con todos y cada uno de los vrittis de la mente. Sin el Aham-vritti no puede haber ningún otro vritti, pero el Aham-vritti puede subsistir por sí mismo sin depender de ningún otro
vritti de la mente. Por consiguiente,
el Aham-vritti es fundamentalmente
diferente de los otros vrittis.
Así pues, la búsqueda de la Fuente del Aham-vritti no es meramente la búsqueda de la base de una de las
formas del ego, sino de la Fuente misma de la que surge la «yo-soy»-dad. En
otras palabras, la búsqueda y la realización de la Fuente del ego, en la forma
de Aham-vritti, implica
necesariamente la trascendencia del ego en cada una de sus formas posibles.
D. Concediendo que el Aham-vritti comprende esencialmente
todas las formas del ego, ¿por qué debe ser escogido solo ese vritti como el medio para la indagación
del Sí mismo?
M. Porque es el único dato
irreducible de su experiencia; porque buscar su Fuente es la única vía
practicable que usted puede adoptar para realizar el Sí mismo. El ego se dice
que tiene un cuerpo causal, pero ¿cómo puede usted hacerlo el sujeto de su
indagación? Cuando el ego adopta esa forma, usted está inmerso en la oscuridad
del sueño profundo.
D. ¿Pero no es el ego en sus formas
sutil y causal demasiado intangible para ser aprehendido por la indagación en
la Fuente de Aham-vritti, llevada a
cabo mientras la mente está despierta?
M. No. La indagación en la Fuente
de Aham-vritti toca a la existencia
misma del ego. Por consiguiente, la sutileza de la forma del ego no es una
consideración importante.
D. Cuando la única meta es realizar
el Ser puro e incondicionado del Sí mismo, que no es de ningún modo dependiente
del ego, ¿cómo puede ser de alguna utilidad una indagación que incumbe al ego,
en la forma de Aham-vritti?
M. Desde el punto de vista
funcional, la forma, la actividad, o como quiera que usted lo llame (carece de
importancia, puesto que es evanescente), el ego tiene una y solo una
característica. El ego funciona como el nudo entre el Sí mismo, que es pura
Consciencia, y el cuerpo físico, que es inerte e insenciente. Por consiguiente,
el ego es llamado el Chit-jada granthi.
En su indagación en la Fuente de Aham-vritti,
usted toma el aspecto Chit esencial
del ego; y por esta razón la indagación debe conducir a la realización de la
pura Consciencia del Sí mismo.
D. ¿Cuál es la relación entre la
pura Consciencia realizada por el Jnani y
la «yo-soy»-dad que es aceptada como el dato primordial de la experiencia?
M. La Consciencia indiferenciada
del puro Ser es el Corazón o Hridayam
que usted es realmente, como se significa por la palabra misma (Hrit + Ayam = Corazón soy yo). Del Corazón surge la «yo-soy»-dad como el
dato primordial de la propia experiencia de uno. Por sí mismo es de carácter suddhasattva. Es en esta suddha-sattva svarupa (es decir, no
contaminada por rajas y tamas), donde el «yo» parece subsistir
en el Jnani…
D. En el Jnani el ego subsiste en
la forma sátvica y, por consiguiente,
aparece como algo real. ¿Estoy en lo cierto?
M. No. La existencia del ego en
cualquier forma, tanto en el Jnani
como en el ajnani, es ella misma una
apariencia. Pero para el ajnani, que
está engañado con el pensamiento de que el estado de vigilia y el mundo son
reales, el ego también aparece como real. Puesto que él ve al Jnani actuar como otros individuos, se
siente obligado a postular alguna noción de individualidad con referencia al Jnani también.
D. ¿Cómo funciona entonces el Aham-vritti en el Jnani?
M. En él no funciona en absoluto.
La lakshya (patencia) del Jnani es el Corazón mismo, debido a que
él es uno e idéntico con la Consciencia pura e indiferenciada a la que las
Upanishads se refieren como el PRAJNANA.
Prajnana es ciertamente el Brahman,
lo Absoluto, y no hay ningún otro Brahman
que Prajnana.
D. ¿Cómo surge entonces
infelizmente la ignorancia de esta única y sola Realidad en el caso del ajnani?
M. El ajnani ve solo la mente, que es un mero reflejo de la Luz de la
Pura Consciencia que surge del Corazón. Él es ignorante del Corazón mismo. ¿Por
qué? Debido a que su mente está extrovertida y nunca ha buscado su Fuente.
D. ¿Qué le impide a la Luz de la
Consciencia infinita e indiferenciada que surge del Corazón revelarse al ajnani?
M. Lo mismo que el agua en el
cuenco refleja el enorme sol dentro de los estrechos limites del cuenco, así
también los vasanas o tendencias
latentes de la mente del individuo, actuando como el medio reflectante, atrapan
la Luz de la Consciencia omnipenetrante e infinita que surge del Corazón y
presentan en la forma de un reflejo el fenómeno llamado la mente. Al ver sólo
este reflejo, el ajnani es engañado
en la creencia de que él es un ser finito, el jiva.
Si la mente deviene introvertida a través de la indagación en la
Fuente de Aham-vritti, los vasanas devienen extinguidos, y, en la
ausencia del medio reflectante, el fenómeno de la reflexión, la mente, también
desaparece siendo absorbida en la Luz de la única Realidad, el Corazón.
Esto es la suma y sustancia de todo lo que un aspirante necesita
saber. Lo que se requiere imperiosamente de él es una indagación sincera y
auto-concentrada en la Fuente de Aham-vritti.
D. Pero cualquier esfuerzo que él
pueda hacer está limitado a la mente en el estado de vigilia. ¿Cómo puede esa
indagación llevada a cabo solo en uno de estos tres estados de la mente,
destruir a la mente misma?
M. No hay duda de que la indagación
en la Fuente de Aham-vritti es
iniciada por el sadhaka en el estado
de vigilia de la mente. No puede decirse que en él la mente haya sido
destruida. Pero el proceso de la Auto-indagación misma revelará que la alternancia
o transmutación de los tres estados de la mente, así como los tres estados
mismos, pertenecen al mundo de los fenómenos que no puede afectar a su intensa
indagación interior.
La Auto-indagación es realmente posible solo a través de una intensa
introversión de la mente. Lo que se realiza finalmente como resultado de esa
indagación en la Fuente de Aham-vritti,
es verdaderamente el Corazón como la Luz de la pura Consciencia indiferenciada,
en la que la luz reflejada de la mente es completamente absorbida.
D. Para el Jnani, entonces, ¿no hay ninguna distinción entre los tres estados
de la mente?
M. ¿Cómo puede haberla, cuando la
mente misma está disuelta y perdida en la Luz de la Consciencia?
Para el Jnani todos los tres
estados son igualmente irreales. Pero el ajnani
es incapaz de comprender esto, porque para él el patrón de la realidad es el
estado de vigilia, mientras que para el Jnani
el patrón de la Realidad es la Realidad misma. Esta Realidad de pura
Consciencia es eterna por su naturaleza y por consiguiente subsiste igualmente
durante lo que usted llama vigilia, sueño con sueños y sueño profundo. Para él
que es uno con esa Realidad no hay ni la mente ni sus tres estados y, por
consiguiente, no hay ni introversión ni extroversión.
El suyo es el Estado siempre despierto, porque él está Despierto al Sí
mismo eterno; el suyo es el Estado siempre soñado, porque para él el mundo no
es mejor que un fenómeno de sueño presentado repetidamente; el suyo es el
Estado siempre de sueño profundo, porque él es en todos los tiempos sin la
consciencia del «cuerpo-soy-yo».
D. ¿Debo considerar entonces que
Sri Bhagavan está hablándome en un estado de vigilia-sueño con sueños-sueño
profundo?
M. Debido a que su experiencia
consciente está limitada ahora a la duración de la extroversión de la mente,
usted llama al momento presente el estado de vigilia, mientras que todo el
tiempo su mente ha estado dormida al Sí mismo, y por consiguiente, usted está
ahora realmente en sueño profundo.
D. Para mí el sueño profundo es un
mero vacío.
M. Eso es así, porque su estado de
vigilia es la mera efervescencia de la mente inquieta.
D. Lo que entiendo por vacío es que
yo soy difícilmente consciente de nada en mi sueño; para mí es lo mismo que la
no existencia.
M. Pero usted existía durante el
sueño profundo.
D. Si existía, yo no era consciente
de ello.
M. ¡Usted no querrá decir
completamente en serio que usted cesó de existir durante su sueño profundo!
(Riendo). Si usted fue a dormir como el Señor X, ¿acaso se levantó como el Señor
Y?
D. Yo conozco mi identidad, quizás,
por un acto de memoria.
M. Dando eso por hecho, ¿cómo es
posible a menos que haya una continuidad de la consciencia?
D. Pero yo era inconsciente de esa
consciencia.
M. No. ¿Quién dice que usted era
inconsciente en el sueño profundo? Es su mente. ¿Pero no había ninguna mente en
su sueño profundo? ¿De qué valor es el testimonio de la mente sobre su
existencia o experiencia durante el sueño profundo? ¡Buscar el testimonio de la
mente para refutar su existencia o su consciencia durante el sueño es como
convocar el testimonio de su hijo para refutar el nacimiento de usted!
¿Recuerda usted que le dije una vez previamente que existencia y
consciencia no son dos cosas diferentes, sino una y la misma? Bien, si por
cualquier razón usted se siente constreñido a admitir el hecho de que usted
existía en el sueño profundo, esté cierto de que usted también era consciente
de esa existencia.
De lo que usted es realmente inconsciente en el sueño profundo es de
su existencia corporal. Usted está confundiendo esta consciencia corporal con
la verdadera Consciencia del Sí mismo que es eterna. Prajnana, que es la Fuente de la «yo-soy»-dad, subsiste siempre
inafectada por los tres estados transitorios de la mente, permitiéndole así a
usted conservar su identidad inalterada.
Prajnana es también más allá de los tres
estados, debido a que puede subsistir sin ellos y a pesar de ellos.
Es esa Realidad lo que usted debe buscar durante su supuesto estado de
vigilia siguiendo el rastro al Aham-vritti
hasta su Fuente. La práctica intensa en esta indagación revelará que la mente y
sus tres estados son irreales y que usted es la Consciencia del puro Ser
infinito y eterno, el Sí mismo o el Corazón.
GLOSARIO
A
Abhyasa: práctica espiritual.
Advaita: no-dualidad; también la
doctrina del no dualismo.
Aham: «yo».
Aham-vritti: el pensamiento «yo», la
sensación limitada de «yo»-idad.
Ajnana: la ignorancia de la propia
naturaleza de uno.
Ajnani: una persona que es ignorante
de su verdadera naturaleza.
Anubhava: experiencia, especialmente la
experiencia del conocimiento del Sí mismo.
Aparokshanubhuti: experiencia directa (del
conocimiento del Sí mismo).
Artha-Vada: argumento explicativo dado
para adaptarse a un propósito particular.
Asan: postura, especialmente una
postura adoptada para la meditación.
Asramam: la morada de un Sabio o
asceta.
Atman: el Sí mismo real.
Atma-jnani: una persona que ha obtenido el
conocimiento del Sí mismo.
Atma-vichara: Auto-indagación, la práctica
de escudriñar o atender a la sensación «yo» para encontrar «¿Quién soy yo?»
Atma-vidya: Conocimiento del Sí mismo.
B
Bhajana: el canto de cantos
devocionales.
Bhakta: devoto.
Bhakti: devoción.
Bhavana: imaginación, meditación.
Brahma-jnana: conocimiento del Brahman.
Brahman: la realidad no dual absoluta,
que es el Sí mismo o Atman.
C
Chakra: Cada uno de los seis centros
yóguicos principales en el cuerpo.
Chidananda: la felicidad de la pura
consciencia.
Chit: pura consciencia, que es la
naturaleza del Sí mismo real.
Chit-jada-granthi: el nudo entre el Sí mismo, que
es pura consciencia, y el cuerpo, que es insenciente.
D
Dehatma-buddhi: la sensación «yo soy este cuerpo».
Dhyana: meditación.
Dvaita: dualidad; también la doctrina
del dualismo.
G
Gita: la Bhagavad Gita, una de las
más renombradas escrituras hindúes.
Gurú: el verdadero maestro
espiritual, que es uno con Dios o el Sí mismo real.
Gurú-kripa: la Gracia del Gurú.
Grihasta: hogareño, una persona que
lleva una vida de matrimonio.
H
Hridayam: el Corazón, que es el Sí mismo
real.
I
Iswara-svarupa: la naturaleza de Dios o Iswara.
J
Jada: insenciente
Jagrat: el estado de vigilia.
Jagrat-sushupti: el estado de sueño despierto, en
el que no hay pensamientos sino plena
consciencia de la existencia-consciencia «yo soy».
Japa: repetición de un mantra o un nombre de Dios.
Jiva: un alma individual.
Jivanmukta: una persona que está liberada
mientras vive en el cuerpo.
Jnana: conocimiento, especialmente
conocimiento del Sí mismo real.
Jnana-vichara: Auto-indagación, la indagación
que lleva a Jnana o conocimiento del
Sí mismo.
Jnani: una persona que ha obtenido el
conocimiento del Sí mismo.
K
Karma-yogi: una persona cuyas acciones no
están motivadas por deseo de beneficio personal ni por ningún otro tipo de
apego.
Kevala nirvikalpa samadhi: un estado pasajero de samadhi o de absorción en el Sí mismo.
L
Lakshya: blanco (en el que se enfoca la
atención), eso que se mantiene en vista.
M
Maharshi: un gran Sabio.
Mantra: una formula sagrada usada para japa o repetición.
Marga: una vía espiritual
Maya: engaño
Moksha: liberación.
Mouna: silencio.
N
Nama: un nombre (de Dios).
Nama-japa: repetición de un nombre de Dios.
Namaskar: el acto de reverencia.
Nirvana: el estado de liberación o no
egoidad.
Nirvikalpa samadhi: el estado de absorción en el Sí
mismo.
P
Prarabdha: destino, la porción del fruto
de las pasadas acciones de uno que son asignadas para ser experimentadas en
esta vida.
Prasad: alimento ofrecido al Gurú o una
deidad, una porción del cual puede ser devuelta al devoto como un signo de
bendición.
Purusha Sukta: un himno del Rig Veda (10:90).
Prajnana: pura consciencia.
Q
¿Quién soy yo?: la obra ¿Nan
Yar? por Bhagavan Sri Ramana.
R
Rajas: el segundo de los tres gunas o cualidades de la naturaleza, a
saber, la cualidad de la inquietud, el deseo y la pasión.
Rishi: un Sabio.
S
Sadhana: una práctica espiritual, un medio adoptado para el progreso espiritual.
Sadhaka: una persona que practica sadhana.
Sahaja jnani: una persona que mora en su
estado natural, al haber obtenido el conocimiento del Sí mismo.
Sahaja nirvikalpa samadhi: el estado permanente y natural
de samadhi o completa absorción en el
Sí mismo.
Sahaja-sthiti: el estado natural
Sahasrara: el cerebro, descrito metafóricamente como un
loto de mil pétalos.
Samadhi: el estado de absorción en el Sí
mismo, en el que, como lo define Sri Bhagavan, «hay sólo la sensación “yo soy”
sin pensamientos».
Samsara: el estado de actividad mundana o existencia
mundana.
Samskara: una impresión o tendencia mental que continua
desde vidas anteriores.
Sannyasa: renunciación.
Sannyasin: un renunciante.
Sastras: las escrituras
Sat: existencia o ser verdadero.
Sat-chit: existencia-consciencia.
Sattva: el primero de los tres gunas o cualidades de la naturaleza, a
saber, la cualidad de quiescencia, bondad y pureza.
Sáttvico: de la naturaleza de sattva.
Siddhis: poderes ocultos
Sri Bhagavata: uno de los dieciocho puranas, un texto sagrado centrado
principalmente alrededor de la vida de Sri Krishna.
Sthita-prajna: una persona que mora firmemente
en el estado de conocimiento del Sí mismo.
Suddha-sattva: pureza no contaminada o sattva.
Suddha-sattva svarupa: la forma no contaminada de sattva.
Sunya-vadin: un ateo, una persona que niega
la existencia de Dios o cualquier realidad última.
Sushupti:
sueño profundo.
Svapna: sueño con sueños.
T
Tamas: el último de los tres gunas o cualidades de la naturaleza, a
saber, la cualidad de la oscuridad, la ignorancia y el mal.
Tattva-jnani: una persona que conoce la realidad.
U
Upanishads: las porciones últimas y más filosóficas de
los Vedas.
V
Verdad Revelada: la obra Ulladu Narpadu por Bhagavan Sri Ramana.
Vairagya: no deseación.
Vasana: una tendencia mental que continua desde vidas
anteriores.
Vasana-kshaya: la destrucción de todos los vasanas.
Vastu: la realidad o sustancia última.
Vedas: las más antiguas de las escrituras hindúes.
Vedanta: la filosofía de las Upanishads.
Vichara: indagación o escrutinio, es
decir, la práctica de la Auto-indagación o atma-vichara
(véase).
Vichara marga: la vía de la Auto-indagación.
Visishtadvaita: la doctrina del no dualismo
cualificado.
Vritti: pensamiento, actividad de la mente.
Y
Yoga: literalmente «unión» o
«uniendo»; esta palabra se usa en muchos sentidos diferentes, pero generalmente
se refiere a la vía del raja yoga
expuesta por el Sabio Patanjali.
Yoga marga: la vía del
raja yoga.
Yoga-maya: el poder de velar la naturaleza
de algo y crear una apariencia ilusoria.
Yoga-sastras: las escrituras que exponen la vía del raja yoga.
Yoga-Vasishtha: un renombrado texto sagrado que
expone la vía del conocimiento o jnana
yoga.
Yogui: un adepto en yoga.
[1] Se remite al lector al
Artículo de Sri Swami Siddheswarananda más adelante en este libro.
[2] Nota: — La palabra,
contemplación, a menudo se usa ampliamente como refiriéndose a un proceso
mental forzado, mientras que el Samadhi
está más allá del
esfuerzo. Sin embargo, en el lenguaje del Misticismo Cristiano, «contemplación»
es el sinónimo usado invariablemente para Samadhi,
y es en este sentido como la palabra se usa arriba.
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