jueves, 16 de febrero de 2012


REFLEXIÓN DESDE LA PRÁCTICA NO RELIGIOSA DE LA MEDITACIÓN CON ATENCIÓN PLENA (VIPASANA).

La práctica de la meditación con atención plena (vipásana)  perteneciente a la tradición  budista es la que más se ha extendido en un contexto no religioso constituyendo una de las manifestaciones más interesantes de lo que se denomina el budismo occidental.

Este tipo de práctica ha generado un conocimiento de gran utilidad para muchas personas que en la actualidad intentan desarrollar la practica de la meditación vipásana en las condiciones, económicas y culturales y políticas de las sociedades de occidente sin tener que recurrir a un sistema de creencias.
 Jon Kabat-Zinn ha desarrollado el modelo más interesante y exitoso de aplicación en un terreno concreto (la salud) de la meditación con atención plena. (Ver programa).

El conocimiento generado a través de 25 años de aplicarse este programa constituye un excelente material para las personas interesadas en ampliar y profundizar su práctica meditativa personal así como explorar la aplicación de la meditación en diferentes campos de la actividad humana.

A continuación ofrecemos algunas reflexiones, producto de los años de aplicación de la meditación con atención plena en un contexto no religioso, que Jon Kabat-Zinn ha expuesto en artículos y conferencias dadas en varios países.


CUALQUIER MOMENTO Y SITIUACIÓN ES APROPIADA PARA PRACTICAR LA MEDITACIÓN CON ATENCIÓN PLENA

  ¿Te has dado cuenta que uno no puede escapar de nada? Que tarde o temprano, las cosas con las que no quieres tratar y de las que intentas escapar o no deseas saber y que pretendes que no están allí te atraparán, especialmente si ellas tienen que ver con viejas pautas de comportamientos o miedos.

La idea romántica es que si algo no está bien aquí tú solo tienes que ir a otra parte y las cosas serán diferentes. Si este trabajo no es bueno, cambiar de trabajo. Si esta esposa no es buena, cambiar de esposa. Si este pueblo no es bueno, cambiar de pueblo. Si estos niños son un problema, buscar quien se encargue de ellos. El pensamiento subyacente a todo esto es que la razón de todos estos problemas esta fuera de ti en otro sitio, en otras personas, en las circunstancias.

El problema con esta forma de ver las cosas, es que ignora convenientemente el hecho de que tu las cargas en tu cabeza y en tu corazón. No puedes escapar de ti mismo.  Es  pura ingenuidad lo que te hace pensar que las cosas serían de alguna manera diferente o mejor en alguna otra parte.
Tarde o temprano, los mismos problemas emergen, pues generalmente están relacionados con tu manera de ser, de pensar y de actuar. Con frecuencia nuestras vidas se detienen y se deterioran  porque nosotros hemos cesado de trabajar en la vida y porque no deseamos tomar responsabilidades por las cosas tal y como ellas son y trabajar con nuestras dificultades. Ignoramos que es realmente posible obtener claridad, comprensión y transformación en medio de lo que está aquí y ahora, por problemático que ello sea.

Las bajas debidas a esta forma de ver las cosas se encuentran por todas partes. Observa en cualquier parte y encontraras relaciones rotas, familias rotas, gente quebrada, vagabundos sin raíces, perdidos yendo de un lugar a otro, de un trabajo a otro, de una relación a otra; de esta idea de salvación a esa otra con la loca esperanza de que la persona correcta, el correcto trabajo, el lugar adecuado, el libro correcto lo hará todo mejor.

Es mucho más fácil encontrar faltas o culpa, creer que lo que se necesita es un cambio externo, escapar de las fuerzas que te están deteniendo, impidiendo crecer, de encontrar la felicidad. Incluso puedes culparte a ti mismo por todo lo que sucede y finalmente evitar la responsabilidad y escapar, sintiéndote desesperanzado por el enredo que has hecho con las cosas o que estas dañado sin posibilidad de reparación.

La meditación por si misma no confiere inmunidad para este tipo de actitud de buscar respuestas y soluciones por todas partes. Algunas veces la gente va de una técnica a otra, de un maestro a otro, o de una tradición a otra en busca de ese algo especial, esa enseñanza especial, esa relación especial, ese momento especial que abrirá la puerta a la autocomprensión y la liberación.

Como consecuencia del miedo y anhelando algo especial que la ayude a ver con claridad, la gente con frecuencia cae en relaciones de dependencia insana con maestros de meditación, olvidando que no importa que tan bueno sea un maestro,  finalmente tienes que vivir por ti mismo el trabajo interno y tal trabajo siempre viene  de tu propia  vida.

Algunas personas incluso usan equivocadamente los retiros, guiados por un maestro de meditación, como una forma de mantener a flote  sus vidas en lugar de usarlos como una oportunidad para mirar profundamente dentro de si mismos. De cierta manera, al asistir a un retiro tienes la ilusión que al escuchar a personas que han trabajado profundamente consigo mismas y obtenido armonía en sus vidas, serás trasformado y surgirá en ti la comprensión que te llevará a vivir con mayor plenitud y podrás resolver tus problemas.  

Hasta cierto punto, practicar en soledad en largos retiros, guiados por buenos maestros, puede ser sano si estas dispuesto a observar todo aquello que se presenta en la mente sin rechazarlo ni juzgarlo. Sin embargo es importante señalar que un retiro puede ser un intento de retirarse del mundo y la vida, y la transformación solo será epidérmica. Quizá después de unos cuantos días, semanas o meses de salir del retiro, regreses a los mismos hábitos y formas de comportamiento y relacionarte con los demás. Comienzas a pensar en el siguiente retiro o recurrir a un nuevo maestro o incluso hacer un viaje a Asia y con seguridad ahora si se realizaran  todas tus fantasías de transformarte en una persona nueva.

Esta forma de pensar y ver las cosas frecuentemente es una trampa, ya que la solución que puede conducir al crecimiento es enfrentar la presente situación, completamente, y abrirse a ella a través de la atención plena. Permitir que la dura situación lime las asperezas y resistencias y conduzca a estar dispuesto a aceptar que la propia vida, con todas sus contradicciones, es el mejor maestro.
El reto de la atención plena es trabajar con las circunstancias en que te encuentras, sin importar que tan incómodas, desalentadoras o difíciles que ellas puedan parecer. Estar seguro de haber hecho todo lo que podías hacer, antes de decidirte a abandonar el lugar en que te encuentras. Comprender que es allí donde se necesita hacer el trabajo.

A veces piensas que tu práctica meditativa es floja o no muy buena y que quizá en otras condiciones las cosas irían mejor, por ejemplo, una cueva en los Himalayas, un monasterio en Asia, una playa en el trópico etc. etc.

¿Por qué no dejar ir todas esas fantasías y aceptar que podrías practicar en casa, o en cualquier lugar en que te encuentres? En el momento en que comprendes eso, vivencialmente no intelectualmente, tocas el corazón o centro de tu ser y se crean las condiciones para que la práctica de la atención plena ejerza su efecto sanador. Solo si comprendes a profundidad eso, el retiro, el monasterio, la playa tropical ofrecerá su verdadera riqueza, pero también cualquier momento o lugar en que te encuentres. Te darás cuenta que lo importante, aun en tiempos extraordinarios, es estar presente, solamente en el presente y mantener atención plena del ahora en cada acontecimiento de la vida cotidiana.

En este mismo acto de respirar, que efectuamos ahora mismo, descansa el secreto que todos los grandes maestros tratan de decirnos, lo que un lama se refiere como “la precisión oportuna e inteligente del presente”. El propósito de la práctica meditativa no es la iluminación; es poner atención.


OBSTÁCULOS A LO LARGO DE LA PRACTICA

Si usted sigue el largo camino de la práctica de la atención plena, el mayor obstáculo potencial a lo largo de su viaje, indudablemente será su mente pensante.

Por ejemplo, usted pondría pensar, de vez en cuando, que está logrando algo o yendo a alguna parte, especialmente si usted tiene algunos momentos de satisfacción que han trascendido lo que ha sentido antes. Entonces usted podría ir por allí pensando o incluso diciendo que ha alcanzado o conseguido algo y que la meditación si “funciona”. El ego quiere reclamar y acreditarse este sentimiento especial o comprensión o cualquier otra cosa que esto signifique. Tan pronto como esto sucede, usted ha dejado de practicar meditación y está haciendo publicidad. Es muy fácil ser atrapado en esto y usar la práctica meditativa para auto-inflarse.

Tan pronto como usted es atrapado en esto deja de ver con claridad. Incluso un insight claro y penetrante que a veces es reclamado por esta actitud al servicio del ego, rápidamente se oscurece y pierde su autenticidad. Por lo tanto usted debe recordarse continuamente que toda coloración de “yo”, “mi” y “mía” son solo corrientes de pensamiento que lo llevaran lejos de su corazón y de la pureza de la experiencia directa. El recordarnos continuamente esto mantiene la práctica viva y lista en el momento en que podemos necesitarla, que también sea el momento en que podemos traicionarla. Esto nos mantiene mirando a profundidad con espíritu inquisitivo y una genuina curiosidad y el preguntarse constantemente ¿Qué es esto? ¿Qué es esto?

Quizá en ocasiones  te puedes encontrar pensando que estas yendo a alguna parte o alcanzando algo a través de la práctica meditativa. Nada de lo que deseas que pase ha sucedido. Hay una sensación de rigidez, de aburrimiento.
Aquí de nuevo el pensamiento es el problema. No hay nada de malo en sentirse aburrido o estancado, o el no conseguir nada, así como tampoco no hay nada de malo con sentir que no se está yendo a ninguna parte o consiguiendo algo pues de hecho en ese momento su práctica puede mostrar signos de ser mas profunda y más robusta.

El obstáculo es cuando usted infla sus experiencias y pensamientos y comienza a creer en ellos como algo especial. Entonces es cuando se apega a su experiencia, la práctica se detiene y deteriora y con ello también su desarrollo.
Para evitar los obstáculos trate de practicar de la siguiente manera: Cuando se sorprenda pensando que usted está consiguiendo algo o que usted no parece ir a donde se supone que usted debería estar yendo, puede ser útil preguntarse ¿A donde se supone que iré? ¿Quién es el que se supone que conseguirá algo? ¿Por qué algunos estados mentales deben ser menos válidos de observar que otros y por tanto aceptar más su presencia? ¿Estoy realmente, plenamente atento a cada momento o simplemente estoy indulgentemente envuelto en una repetición desatenta de las pasos de la práctica meditativa, tomando erróneamente la forma por la esencia? ¿Estoy usando la meditación simplemente como una técnica?

Estas preguntas le pueden ayudar cuando sentimientos centrados en su ego, o la repetición desatenta de hábitos o de fuertes emociones dominan su práctica. Estas preguntas pueden conducirlo rápidamente de regreso a la frescura y belleza de cada momento tal y como es.
Quizá usted ha olvidado o quizá no ha aprendido que la meditación es la única actividad en la que usted no está tratando de conseguir algo sino simplemente estar en donde usted está. Esto es una medicina muy amarga de tragar especialmente cuando no le gusta lo que está sucediendo o el lugar en que encuentra, sin embargo es valioso tragarla en tales momentos


¿TIENE ALGO DE ESPIRITUAL LA PRÁCTICA DE LA MEDITACIÓN CON ATENCIÓN PLENA?

Si ustedes buscan el significado de la palabra “espíritu”. Encontrarán que viene del latín espirare, que significa “respirar”.

El aspirar el aire se llama inspiración; el expeler el aire es expiración. De esto vienen todas las asociaciones de espíritu como aliento de la vida, energía vital, conciencia, alma, y esta última con frecuencia enmarcada como un regalo otorgado por la divinidad y por lo tanto  considerada un aspecto del ámbito de lo sagrado, lo numinoso, lo inefable. Pero como hemos visto, la profundidad y amplitud de sus virtudes puede permanecer desconocida tanto tiempo como nuestra atención es absorbida por cualquier situación o asunto en forma vaga.

La atención plena trabaja despertando la vitalidad momento a momento. Con una conciencia despierta todo produce inspiración. Nada queda excluido del dominio del espíritu.

Hasta donde puedo trato de evitar el uso de la palabra “espiritual”. No la encuentro útil ni necesaria, ni apropiada en mi trabajo en el hospital en donde trato de introducir la práctica de la atención plena en la corriente principal o dominante de la medicina y de los cuidados de la salud. Tampoco me resulta útil en otros lugares en que trabajamos como la clínica multi-étnica de reducción de estrés, en las prisiones, escuelas con organizaciones de profesionales y con atletas. Tampoco encuentro la palabra “espiritual” particularmente adecuada a la forma en que yo mismo profundizo mi práctica de la meditación.

Esto no significa que rechace que la meditación puede considerarse fundamentalmente como una “practica espiritual”. Es solo que yo tengo un problema con lo inadecuado, lo incompleto y la errónea connotación de la palabra. La meditación puede ser un camino profundo para que uno se desarrolle, para que uno refine, sus percepciones, su visión de las cosas, su conciencia. Yo creo que el vocablo de espiritualidad crea más problemas prácticos que los que resuelve.

Algunas personas llaman a la meditación “disciplina de la conciencia”. Yo prefiero este nombre que el termino “práctica espiritual” por que la palabra espiritual evoca diferentes connotaciones en las diferentes personas. Todas estas connotaciones están inevitablemente marcadas o entretejidas con sistemas de creencias y expectativas inconscientes que la mayoría de nosotros rehusamos examinar y todas ellas pueden fácilmente prevenirnos de desarrollar o incluso de escuchar que es posible un genuino desarrollo.

A veces la gente en el hospital se acerca a mí y comenta que el tiempo que pasaron en la clínica de estrés ha sido la experiencia más espiritual que han tenido en su vida. Yo me siento feliz de que ellos se sientan de esa manera, por que proviene de su propia experiencia en la práctica de la meditación y no de alguna teoría, ideología o sistema de creencias. Generalmente creo a lo que se refieren; pero también se que ellos están   tratando de poner en palabras una experiencia interior, que en última instancia, está más allá de toda etiqueta. Sin embargo mi más profunda esperanza es que cualquiera que haya sido su experiencia o insight, esta continuará, enraizará, y permanecerá viva y crecerá.

Yo espero que ellas hayan escuchado que la práctica no trata de conseguir o ir a algún lugar en absoluto, incluso algún tipo de experiencia placentera o espiritual profunda. Espero que ellos lleguen a comprender que la atención plena está más allá de todo pensamiento ingenuo u otra cosa que aquí y ahora es el lugar en el cual este trabajo se desarrolla.

El concepto de espiritualidad puede estrechar nuestro pensamiento en lugar de ensancharlo. Con frecuencia se piensa que algunas cosas son espirituales mientras otras quedan excluidas. En realidad todo depende de cómo sientas, de cómo se presenten en tu conciencia las actividades que realizas, caminar, comer, hacer el amor, mirar una flor, ser padre, madre o amigo, etc.

La atención plena permite que todo brille con la luminosidad que la palabra “espiritual” parece denotar. Quizá en última instancia, espiritual significa totalidad e interrelación directa, una visión de que los individuos y la totalidad están entrelazados íntimamente. Que nada está separado o es extraño. Si usted llega percibir en esta forma, entonces todo es espiritual, en su sentido mas profundo. El hacer ciencia como el lavar los platos. Lo que cuenta es la experiencia interna y estar presente allí donde estés.

Al mismo tiempo usted tiene que buscar si hay tendencias hacia la auto-decepción, ilusiones, grandiosidad, auto-inflación e impulso de explotación y crueldad hacia otros seres. Mucho daño se ha hecho en todas las eras por gente apegada a una visión de “verdad” espiritual. Con frecuencia, un punto de vista estrecho sobre el espíritu, a menudo lo colocan por encima del  “burdo”, “contaminado” e “ilusorio”” dominio del cuerpo, la mente y la materia. Esto conduce a que la gente use estas ideas sobre el espíritu para escapar de la vida.

Con frecuencia el concepto espiritualidad se usa para designar cualidades de ascenso y elevación por encima de las cualidades terrenales de este mundo, se refieren a un mundo no material, lleno de luz y radiante; un mundo más allá de los opuestos, en donde todas las cosas se funden en la unidad, el nirvana, el cielo, en una unidad cósmica. Pero aunque la unidad es seguramente una experiencia humana bastante rara, ella no es el fin de la historia. Y lo más frecuente es que esto sea, nueve partes, un pensar ingenuo (pero no obstante pensamiento) y solo una parte experiencia directa. La búsqueda de la unidad espiritual, especialmente en los jóvenes, con frecuencia esta motivada por un impulso ingenuo y romántico por trascender el dolor, el sufrimiento y las responsabilidades de este mundo concreto, el cual incluye la niebla y la oscuridad.

La idea de trascendencia puede ser un gran escape, un combustible de alto poder para alimentar ilusiones. Por esto la tradición budista, especialmente el zen, enfatiza volver a lo ordinario y a la vida cotidiana, a lo que ellos llaman “estar libre y contento en medio del mercado”. Esto significa tener los pies sobre la tierra en cualquier lugar o circunstancia, ni arriba ni abajo, simplemente presente, pero totalmente presente. Los practicantes del zen tienen una frase irreverente y provocativa que dice “Si encuentras al Buda mátalo” lo cual significa no tener ningún apego conceptual al Buda o a la iluminación.

La practica de la meditación en si mismo es un ejemplo de crecimiento y desarrollo. Ella nos puede conducir hacia arriba o hacia abajo, demanda que enfrentemos, y que incluso abracemos, dolor y oscuridad, así como gozo y luz. Esto nos recuerda usar cada cosa que se presente, o situación en que nos encontremos, como un recurso para crecer. Palabras como “alma” o “espíritu” son intentos por describir la experiencia interna de los seres humanos para conocerse y encontrar su lugar en este extraño mundo. En el alma no puede faltar el trabajo verdaderamente espiritual ni tampoco un trabajo con el alma puede estar vacío de espíritu. Nuestros demonios, y nuestros ángeles están todos aquí listos para enseñarnos. Pero tenemos que escucharlos y tomarlos con el espíritu de heroica búsqueda interminable que cada uno de nosotros encarna, lo sepamos o no, en la misma fábrica de la vida humana, lo que significa ser totalmente humano. Quizá la cosa más “espiritual” que cualquiera de nosotros puede hacer, es mirar a través de sus propios ojos, ver con ojos de totalidad y actuar con integridad y compasión.

Todo lo que nos sucede es una ocasión para interrogarnos, para abrirnos, para el crecimiento, para fortalecernos y aumentar nuestra sabiduría y para continuar nuestro propio camino.


SOLO SE PUEDE MANTENER UNA PRACTICA PROLONGADA SI ENCONTRAMOS UNA VISIÓN PROPIA PARA HACERLA.

Es virtualmente imposible y sin sentido comprometerse a una práctica meditativa diaria sin alguna visión de por que se está haciendo, que valor podría tener en tu vida, por que podría ser tu camino y no ser una fantasía mas. En sociedades tradicionales esta visión fue aportada y continuamente reforzada por la cultura. Si tú fueras budista, podrías practicar por qué toda la cultura a la que perteneces considera valiosa la meditación como el camino de la claridad, la compasión y la budeidad, un camino de sabiduría que “conduce a la erradicación del sufrimiento”. Pero dentro de la corriente principal de la cultura occidental tú encontrarás poco apoyo para elegir tal camino personal de disciplina y constancia, especialmente en una vía tan extraña como ésta, la cual propone el esfuerzo pero el no hacer y la energía, pero no un “producto tangible”. Lo que es más, cualquier noción superficial o romántica de llegar a ser una mejor persona, más tranquila, más libre o más compasiva, no durará mucho tiempo cuando enfrentemos la turbulencia de nuestras vidas, nuestras mentes y nuestros cuerpos o incluso el simple prospecto de levantarse diariamente muy temprano cuando aun hay frío y esta oscuro.

Si esperas llevar la meditación a tu vida como un compromiso prolongado, necesitas un compromiso que sea verdaderamente tuyo, uno que sea profundo y tenaz y que se encuentre cerca del centro de aquello que crees que eres, aquello que valoras en tu vida y hacia donde quieres dirigirla. Solamente la fuerza de tal visión dinámica y la motivación que de ella emerja, posiblemente pueda mantenerte en este camino año con año con la voluntad de practicar sistemáticamente cada día y llevar la atención plena a todo aquello que ocurre y abierto a cualquier cosa que percibas.

La visión de la que estamos hablando tiene que ser renovada cada día, porque la atención plena en si misma requiere este nivel de conciencia de los propósitos o intención de todo lo que hacemos.

La práctica en si misma tiene que llegar a ser la encarnación de tu visión y contener aquello que tú mas valoras con mayor profundidad. Ello no significa que trates de ser diferente de lo que eres, tranquilo cuando no lo estas o amable cuando realmente te sientes enojado. De lo que se trata es de mantener en tu mente aquello que es más importante para ti de tal manera que ello no se pierda o traicione en el calor y la reactividad de un momento particular. Si la atención plena es profundamente importante para ti, entonces cada momento es una oportunidad para practicar.

Trabajo elaborado por Alejandro Córdova
Marzo de 2005

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